Una vez más el Ejército Nacional protagoniza un escándalo de espionaje. Esta vez la revista Semana reveló la información en donde señala que...
Una vez más el Ejército Nacional protagoniza un escándalo de espionaje. Esta vez la revista Semana reveló la información en donde señala que por lo menos 130 personas fueron blanco de chuzadas por parte de esta institución de las Fuerzas Armadas de Colombia. Q’HUBO le explica el escándalo y también le cuenta las opiniones de expertos con los que hablamos.
Un secreto más revelado
El primero de mayo la revista Semana sacó a la luz pública los resultados de una minuciosa investigación, que dejó al descubierto, una vez más, las maniobras ilegales que se estarían desarrollando en el Ejército Nacional. Se trata de un nuevo caso de espionaje del que, por lo menos unas 130 personas, entre periodistas, exministros, funcionarios de Presidencia, políticos, sindicalistas y más, fueron blanco. Como consecuencia, el ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, anunció el 2 de mayo que 11 militares fueron retirados de su cargo,y que se revisó la estructura de inteligencia militar “con el fin de erradicar la ejecución de prácticas que pudiesen ser contrarias a la ley, vulnerar los derechos de personas naturales, jurídicas y lesionar el buen nombre de la institución”.
La misión
Según Semana, el espionaje realizado por algunas unidades del Ejército se llevó a cabo entre febrero y comienzos de diciembre de 2019, justo cuando el general (r) Nicacio Martínez todavía era el comandante del Ejército. La misión era clara: recolectar toda la información posible de sus blancos, a quienes llamaron “perfilaciones” y “trabajos especiales”. Para lograrlo, recurrieron a “herramientas informáticas y de software”, con las que lograron obtener números de teléfonos, direcciones tanto de residencia, como de trabajo, correos electrónicos, contactos de amigos, familiares, hijos, colegas, entre otros datos personales más.
Piden explicaciones
Las reacciones de rechazo frente a este grave hecho no se hicieron esperar. El gremio de los periodistas ha sido uno de los primeros en pronunciarse al respecto y lo hizo a través de una carta abierta dirigida al gobierno del presidente Iván Duque y al Ejército de Colombia, titulada ‘¿Por qué nos vigilan?’. Allí se hicieron algunas preguntas claras, de las cuales se espera, sean resueltas en su totalidad. Todo esto sin contar que desde Estados Unidos también están pidiendo explicaciones, pues en la lista de “perfilaciones” están algunos periodistas gringos como Nick Casey, quien trabaja en The New York Times y ha hecho investigaciones en el país sobre los falsos positivos.
Presidente Duque se pronunció
El presidente Iván Duque pidió que se tomen acciones severas contra quienes están involucrados en este escándalo.
OPINIONES DE LOS EXPERTOS
Un secreto más revelado
El primero de mayo la revista Semana sacó a la luz pública los resultados de una minuciosa investigación, que dejó al descubierto, una vez más, las maniobras ilegales que se estarían desarrollando en el Ejército Nacional. Se trata de un nuevo caso de espionaje del que, por lo menos unas 130 personas, entre periodistas, exministros, funcionarios de Presidencia, políticos, sindicalistas y más, fueron blanco. Como consecuencia, el ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, anunció el 2 de mayo que 11 militares fueron retirados de su cargo,y que se revisó la estructura de inteligencia militar “con el fin de erradicar la ejecución de prácticas que pudiesen ser contrarias a la ley, vulnerar los derechos de personas naturales, jurídicas y lesionar el buen nombre de la institución”.
La misión
Según Semana, el espionaje realizado por algunas unidades del Ejército se llevó a cabo entre febrero y comienzos de diciembre de 2019, justo cuando el general (r) Nicacio Martínez todavía era el comandante del Ejército. La misión era clara: recolectar toda la información posible de sus blancos, a quienes llamaron “perfilaciones” y “trabajos especiales”. Para lograrlo, recurrieron a “herramientas informáticas y de software”, con las que lograron obtener números de teléfonos, direcciones tanto de residencia, como de trabajo, correos electrónicos, contactos de amigos, familiares, hijos, colegas, entre otros datos personales más.
Piden explicaciones
Las reacciones de rechazo frente a este grave hecho no se hicieron esperar. El gremio de los periodistas ha sido uno de los primeros en pronunciarse al respecto y lo hizo a través de una carta abierta dirigida al gobierno del presidente Iván Duque y al Ejército de Colombia, titulada ‘¿Por qué nos vigilan?’. Allí se hicieron algunas preguntas claras, de las cuales se espera, sean resueltas en su totalidad. Todo esto sin contar que desde Estados Unidos también están pidiendo explicaciones, pues en la lista de “perfilaciones” están algunos periodistas gringos como Nick Casey, quien trabaja en The New York Times y ha hecho investigaciones en el país sobre los falsos positivos.
Presidente Duque se pronunció
El presidente Iván Duque pidió que se tomen acciones severas contra quienes están involucrados en este escándalo.
Tristemente este tipo de episodios se han presentado muchas veces a lo largo de la historia reciente de Colombia, y no puede ser que unos pocos desdibujen el trabajo serio que hace una institución que está en el corazón de los colombianos (...) Mi instrucción es una y muy clara: acá se tiene que llegar al fondo, hasta las últimas consecuencias, de quiénes son los autores materiales e intelectuales de este tipo de prácticas
Esto es algo muy grave, muy inquietante para la opinión pública, y desde el punto de vista del derecho y de la democracia, porque la vigilancia de los ciudadanos y periodistas por razones políticas atenta claramente contra las libertades públicas y contra la democracia. Eso no es aceptable. Las fuerzas de seguridad del Estado tienden a excederse porque no comprenden la importancia de la defensa de la libertad de expresiónÁLVARO FORERO Analista
Los Estados, los Gobiernos, todos tienen un servicio de inteligencia, eso no es nada extraño, como por ejemplo la CIA en los Estados Unidos; tienen como finalidad averiguar lo que al Estado le corresponde saber para prevenir. ¿Pero ponerse a investigar periodistas?, eso ya me parece que es un atropello contra los derechos que la Constitución nos confiere a nosotrosFERNANDO NAVAS Constitucionalista
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