Decretada la cuarentena nacional hace ya dos meses, una de las principales preocupaciones era ¿dónde se alojarían las personas que no tienen...
Decretada la cuarentena nacional hace ya dos meses, una de las principales preocupaciones era ¿dónde se alojarían las personas que no tienen casa? En Risaralda la mayor dificultad en este sentido estaba en la ciudad de Pereira donde cientos de personas viven en condición de vulnerabilidad, pagan a diario una pieza gracias a su trabajo como vendedores ambulantes, son adultos mayores en situación de abandono, es población migrante, trabajadoras sexuales, población de orientación sexual diversa o viven gracias a la solidaridad de los ciudadanos que les dan una moneda.
El gobernador Víctor Manuel Tamayo trató de solucionar al máximo esta situación haciendo convenios con las residencias y hoteles del centro, los cuales albergaron a estas personas y el costo durante los dos meses los asumió la Gobernación. El plan se llamó ‘Risaralda bajo techo’ y según la Secretaría de Desarrollo Social, benefició a 1961 personas.
Elizabeth Diosa, secretaria de Desarrollo Social del Departamento, informó que la estrategia ‘Risaralda bajo techo’ finaliza este domingo 24 de mayo, la cual inició el primer día del aislamiento, a los beneficiarios también les entregaron complementos nutricionales.
Agregó la funcionaria que además de las personas que tuvieron un techo digno durante 60 días con sus noches, se vio favorecido el gremio de los hostales, residencia y hoteles pues recibieron ingresos en una época cuando el sector está paralizado.
¿Y ahora?
La cuarentena obligatoria se extendió hasta el 31 de mayo, es decir una semana más las personas tendrán que permanecer encerradas en estos hostales y residencias, sin embargo ya no tendrán pago la pieza y tampoco podrán salir a trabajar. Así que aún no se sabe qué suerte correrán o si serán expulsados de estos lugares.
Agrava la situación el hecho que muchos de ellos son adultos mayores para quienes el aislamiento aún no termina, incluso las trabajadoras sexuales la tendrán difícil debido a que su actividad tampoco se puede reanudar todavía.
El gobernador Víctor Manuel Tamayo trató de solucionar al máximo esta situación haciendo convenios con las residencias y hoteles del centro, los cuales albergaron a estas personas y el costo durante los dos meses los asumió la Gobernación. El plan se llamó ‘Risaralda bajo techo’ y según la Secretaría de Desarrollo Social, benefició a 1961 personas.
Elizabeth Diosa, secretaria de Desarrollo Social del Departamento, informó que la estrategia ‘Risaralda bajo techo’ finaliza este domingo 24 de mayo, la cual inició el primer día del aislamiento, a los beneficiarios también les entregaron complementos nutricionales.
Agregó la funcionaria que además de las personas que tuvieron un techo digno durante 60 días con sus noches, se vio favorecido el gremio de los hostales, residencia y hoteles pues recibieron ingresos en una época cuando el sector está paralizado.
¿Y ahora?
La cuarentena obligatoria se extendió hasta el 31 de mayo, es decir una semana más las personas tendrán que permanecer encerradas en estos hostales y residencias, sin embargo ya no tendrán pago la pieza y tampoco podrán salir a trabajar. Así que aún no se sabe qué suerte correrán o si serán expulsados de estos lugares.
Agrava la situación el hecho que muchos de ellos son adultos mayores para quienes el aislamiento aún no termina, incluso las trabajadoras sexuales la tendrán difícil debido a que su actividad tampoco se puede reanudar todavía.
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