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Las pandillas tienen candela a El Salvador


Por estos días se han hecho virales unas fotografías de miles de reclusos rapados, en pantaloneta y completamente amontonados en centros penitenciarios. Las imágenes, que son de El Salvador, le han dado la vuelta al mundo y no es para menos, pues son realmente impactantes. Esta situación se dio a raíz de una decisión tomada por el presidente de ese país, Nayib Bukele, para ponerle tatequieto a los pandilleros que están haciendo de las suyas desde los centros penitenciarios y opacaron la tranquilidad de los salvadoreños durante la cuarentena. Q’HUBO habló con el editor del diario ‘Más’ de ese país, Rafael Serna, para entender un poco más a profundidad qué llevó al mandatario a tomar estas medidas.


Tranquilidad quebrantada
Desde que se inició la cuarentena obligatoria en El Salvador, el 21 de marzo, la tasa de homicidios fue de cero, ya que no se registraron muertes violentas en el territorio nacional, lo que hizo que las autoridades se dedicaran única y exclusivamente al control de las medidas decretadas para un confinamiento exitoso. Sin embargo, desde el viernes 24 de abril hasta el domingo 26 se reportaron 53 homicidios, lo que alteró el orden público.


Decisión presidencial
Estos hechos llevaron al Gobierno de ese país, en cabeza del presidente Nayib Bukele, a ordenarle a la Policía Nacional Civil la captura de los pandilleros más peligrosos, después de determinar que los asesinatos ocurridos en esos tres días habían sido mandados desde las cárceles de ese país, donde las autoridades advierten sobre la existencia de dos pandillas. Una de ellas es la Mara Salvatrucha y la Pandilla 18, que no se mezclan, porque se declaran enemigos a muerte.


Una medida en firme
Una vez registradas las capturas, el Gobierno ordenó mezclarlos en las celdas, un hecho que no ocurría desde 2002, cuando se les separó para evitar muertes masivas en las cárceles. Además, se les sellaron las rejas para que no vieran la luz del sol, se les cancelaron las visitas de familiares y cónyuges, y se les cancelaron las actividades en los patios, por lo que hasta el día de hoy la medida se mantiene. Estos hechos llevaron a los defensores de Derechos Humanos y políticos a pronunciarse, manifestando que es un hecho que va en contra de quienes permanecen presos de la libertad en ese país; sin embargo, hasta el momento sigue y seguirá en pie esta decisión hasta nuevo aviso.

Los integrantes de las pandillas han permanecido separados en las cárceles durante muchos años.Vale aclarar también que el 80% de la población carcelaria del país es de pandilleros. Si bien es cierto que la gran mayoría de la población vive indignada por la barbarie que cometen los pandilleros, hay un factor que es el de los Derechos Humanos, que obviamente los políticos de oposición han alzado su voz, porque lo que se está haciendo es ilegal e inhumano
RAFAEL SERNA - Editor general del diario ‘Más’ de El Salvador


70.000 miembros aproximadamente tienen las pandillas en El salvador (más de 17.000 de ellos encarcelados)y se dedican a la extorsión y el narcotráfico, entre otras actividades ilegales.


35,6 homicidios por cada 100.000 habitantes se presentaron en el 2019. La mayoría de esas muertes fueron consecuencia de la actividad pandillera.

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