La familia viajó desde España para pasar diciembre juntos, para abrazarse, reír y celebrar. Pero lo que encontraron fue una pesadilla que ja...
La familia viajó desde España para pasar diciembre juntos, para abrazarse, reír y celebrar. Pero lo que encontraron fue una pesadilla que jamás olvidarán. La muerte de Thiago López Giraldo, un niño de apenas 4 añitos, convirtió lo que debía ser una Navidad en familia en un dolor eterno que hoy no tiene consuelo.

¿Qué pasó?
Todo ocurrió la noche del jueves 11 de diciembre, hacia las 8:00 p. m., durante un paseo familiar en uno de los termales de Santa Rosa de Cabal, según el relato de sus familiares. El pequeño había salido con su abuelo y un primo, mientras otros integrantes de la familia compartían en el lugar.
El papá del niño, Jhon Jairo López Cuartas, contó que ese día estaba trabajando y que la mayoría de la familia vive en España. Según su versión, habían llegado de visita a Santa Rosa y decidieron salir de paseo con el niño. Incluso, de acuerdo con lo relatado por el padre, en algún momento expresó que prefería que Thiago se quedara en casa, porque como padre se sentía más tranquilo así. Sin embargo, finalmente lo llevaron. Horas después, su presentimiento se volvió realidad.
La angustia de un padre
El padre narró que, cuando le avisaron que el niño al parecer casi se había ahogado, su instinto le gritó otra cosa. Se puso la mano en el corazón y, llorando, dijo que sintió, sin que nadie se lo confirmara aún, que su hijo había muerto. Salió corriendo al hospital y allí vivió la peor escena de su vida: según él, nadie le decía nada, solo que lo estaban reanimando. Pasaban los minutos… y nada.
Hasta que no aguantó más. Se descontroló, gritó, lloró… y finalmente, le confirmaron lo que ya su corazón sabía: su pequeño hijito había fallecido.
Lo que contó el abuelo
El abuelo, Ramón Antonio López, relató que estuvo pendiente del niño en todo momento. Según su versión, su nietecito jugaba tranquilo en una parte plana de la piscina, que no era profunda, y que siempre lo tenían a la vista, incluso él estaba allí con el pequeño.
Sin embargo, de acuerdo con su testimonio, en un momento llegó otro niño a jugar con Thiago. El abuelo se distrajo unos instantes al ver que su nietecito estaba jugando tranquilo y, cuando volvió a mirar, Thiago ya no estaba. Desesperado, empezó a buscarlo y a preguntar por su nieto.
En medio del caos, se encontró con el otro niño que jugaba con Thiago y, al preguntarle dónde estaba, este respondió: “el niño se murió”. Los padres presentes regañaron al menor, creyendo que se trataba de un juego cruel. Nadie imaginó que esas palabras eran, tristemente, una advertencia.
Minutos después
El niño estaba flotando en otra piscina. Según relataron los familiares, nadie sabía qué hacer. Aseguran que no había socorristas ni personal capacitado vigilando las piscinas. Al parecer, fue una persona particular quien sacó al niño del agua e intentó ayudarlo. Luego llegaron unas jóvenes del lugar que trataron de prestarle primeros auxilios, pero, según la familia, ellas mismas preguntaban por teléfono qué debían hacer, evidenciando que no sabían cómo atender una emergencia.
Los familiares aseguran que el desfibrilador habría sido usado de manera incorrecta, que no había ambulancia disponible y que, aunque llamaron a los bomberos, estos al parecer nunca llegaron. Ante la desesperación y la espera interminable, un particular decidió subir al niño en una camioneta y llevarlo hasta el pueblo. El recorrido desde los termales hasta Santa Rosa tomó entre 35 y 40 minutos, y durante ese trayecto, según la familia, no vieron ninguna unidad de emergencia en el camino.
Un detalle que duele más
Los familiares contaron que, mientras intentaban reanimar a Thiago en los termales, el niño expulsó agua por la boca, lo que refuerza, según ellos, la dolorosa hipótesis de que, si hubiese habido personal capacitado y atención inmediata, el pequeñín podría haberse salvado.
El traslado
Thiago fue llevado a la Clínica Santa Clara de Santa Rosa de Cabal, donde finalmente, según información entregada a la familia, se confirmó su fallecimiento. El niño habría llegado sin signos vitales.
Un angelito
Thiago López Giraldo, de solo 4 años, había salido a disfrutar un paseo familiar. Hoy es recordado como un niño alegre, inocente, un angelito cuya muerte deja a sus padres completamente desconsolados y a toda una familia sumida en el dolor.
“Mateo 19:14. Pero Jesús dijo: Dejad a los niños, y no les impidáis que vengan a mí, porque de los que son como estos es el reino de los cielos.”
Pronunciamiento
La familia sostiene una versión de lo sucedido, sin embargo, desde la gerencia de San Vicente Reserva Termal se entregó un pronunciamiento distinto sobre lo ocurrido.
“San Vicente Reserva Termal expresa su profundo dolor por el fallecimiento de un infante, confirmado por la Clínica Santa Clara, a donde había sido trasladado de urgencia tras una situación de emergencia presentada la noche de este jueves 11 de diciembre de 2025.
Queremos precisar que, una vez detectada la situación, se activaron de manera inmediata los protocolos internos de respuesta. El equipo de brigadistas y atención de primeros auxilios, con el apoyo voluntario de un médico presente en el lugar, realizaron maniobras avanzadas de reanimación cardiopulmonar y soporte mediante equipo de desfibrilación automática (DEA), actuando de forma continua hasta su entrega prioritaria al personal médico del centro asistencial.
A pesar del despliegue humano y tecnológico realizado durante la atención inicial y el traslado, lamentablemente el centro hospitalario confirmó su deceso.
En este momento de inmensa tristeza, nuestra prioridad absoluta es el respeto y la solidaridad con la familia, a quienes extendemos nuestras más sinceras condolencias.
La empresa se encuentra colaborando con total transparencia con las autoridades competentes, a la espera del dictamen oficial de Medicina Legal que permita establecer con rigor científico las causas médicas exactas del fallecimiento del menor, para así esclarecer plenamente los hechos.
Dato
La familia manifestó su intención de interponer una denuncia por la presunta falta de personal capacitado en primeros auxilios; no obstante, será a través de la investigación que se determine cómo ocurrieron realmente los hechos.

¿Qué pasó?
Todo ocurrió la noche del jueves 11 de diciembre, hacia las 8:00 p. m., durante un paseo familiar en uno de los termales de Santa Rosa de Cabal, según el relato de sus familiares. El pequeño había salido con su abuelo y un primo, mientras otros integrantes de la familia compartían en el lugar.
El papá del niño, Jhon Jairo López Cuartas, contó que ese día estaba trabajando y que la mayoría de la familia vive en España. Según su versión, habían llegado de visita a Santa Rosa y decidieron salir de paseo con el niño. Incluso, de acuerdo con lo relatado por el padre, en algún momento expresó que prefería que Thiago se quedara en casa, porque como padre se sentía más tranquilo así. Sin embargo, finalmente lo llevaron. Horas después, su presentimiento se volvió realidad.
La angustia de un padre
El padre narró que, cuando le avisaron que el niño al parecer casi se había ahogado, su instinto le gritó otra cosa. Se puso la mano en el corazón y, llorando, dijo que sintió, sin que nadie se lo confirmara aún, que su hijo había muerto. Salió corriendo al hospital y allí vivió la peor escena de su vida: según él, nadie le decía nada, solo que lo estaban reanimando. Pasaban los minutos… y nada.
Hasta que no aguantó más. Se descontroló, gritó, lloró… y finalmente, le confirmaron lo que ya su corazón sabía: su pequeño hijito había fallecido.
Lo que contó el abuelo
El abuelo, Ramón Antonio López, relató que estuvo pendiente del niño en todo momento. Según su versión, su nietecito jugaba tranquilo en una parte plana de la piscina, que no era profunda, y que siempre lo tenían a la vista, incluso él estaba allí con el pequeño.
Sin embargo, de acuerdo con su testimonio, en un momento llegó otro niño a jugar con Thiago. El abuelo se distrajo unos instantes al ver que su nietecito estaba jugando tranquilo y, cuando volvió a mirar, Thiago ya no estaba. Desesperado, empezó a buscarlo y a preguntar por su nieto.
En medio del caos, se encontró con el otro niño que jugaba con Thiago y, al preguntarle dónde estaba, este respondió: “el niño se murió”. Los padres presentes regañaron al menor, creyendo que se trataba de un juego cruel. Nadie imaginó que esas palabras eran, tristemente, una advertencia.
Minutos después
El niño estaba flotando en otra piscina. Según relataron los familiares, nadie sabía qué hacer. Aseguran que no había socorristas ni personal capacitado vigilando las piscinas. Al parecer, fue una persona particular quien sacó al niño del agua e intentó ayudarlo. Luego llegaron unas jóvenes del lugar que trataron de prestarle primeros auxilios, pero, según la familia, ellas mismas preguntaban por teléfono qué debían hacer, evidenciando que no sabían cómo atender una emergencia.
Los familiares aseguran que el desfibrilador habría sido usado de manera incorrecta, que no había ambulancia disponible y que, aunque llamaron a los bomberos, estos al parecer nunca llegaron. Ante la desesperación y la espera interminable, un particular decidió subir al niño en una camioneta y llevarlo hasta el pueblo. El recorrido desde los termales hasta Santa Rosa tomó entre 35 y 40 minutos, y durante ese trayecto, según la familia, no vieron ninguna unidad de emergencia en el camino.
Un detalle que duele más
Los familiares contaron que, mientras intentaban reanimar a Thiago en los termales, el niño expulsó agua por la boca, lo que refuerza, según ellos, la dolorosa hipótesis de que, si hubiese habido personal capacitado y atención inmediata, el pequeñín podría haberse salvado.
El traslado
Thiago fue llevado a la Clínica Santa Clara de Santa Rosa de Cabal, donde finalmente, según información entregada a la familia, se confirmó su fallecimiento. El niño habría llegado sin signos vitales.
Un angelito
Thiago López Giraldo, de solo 4 años, había salido a disfrutar un paseo familiar. Hoy es recordado como un niño alegre, inocente, un angelito cuya muerte deja a sus padres completamente desconsolados y a toda una familia sumida en el dolor.
“Mateo 19:14. Pero Jesús dijo: Dejad a los niños, y no les impidáis que vengan a mí, porque de los que son como estos es el reino de los cielos.”
Pronunciamiento
La familia sostiene una versión de lo sucedido, sin embargo, desde la gerencia de San Vicente Reserva Termal se entregó un pronunciamiento distinto sobre lo ocurrido.
“San Vicente Reserva Termal expresa su profundo dolor por el fallecimiento de un infante, confirmado por la Clínica Santa Clara, a donde había sido trasladado de urgencia tras una situación de emergencia presentada la noche de este jueves 11 de diciembre de 2025.
Queremos precisar que, una vez detectada la situación, se activaron de manera inmediata los protocolos internos de respuesta. El equipo de brigadistas y atención de primeros auxilios, con el apoyo voluntario de un médico presente en el lugar, realizaron maniobras avanzadas de reanimación cardiopulmonar y soporte mediante equipo de desfibrilación automática (DEA), actuando de forma continua hasta su entrega prioritaria al personal médico del centro asistencial.
A pesar del despliegue humano y tecnológico realizado durante la atención inicial y el traslado, lamentablemente el centro hospitalario confirmó su deceso.
En este momento de inmensa tristeza, nuestra prioridad absoluta es el respeto y la solidaridad con la familia, a quienes extendemos nuestras más sinceras condolencias.
La empresa se encuentra colaborando con total transparencia con las autoridades competentes, a la espera del dictamen oficial de Medicina Legal que permita establecer con rigor científico las causas médicas exactas del fallecimiento del menor, para así esclarecer plenamente los hechos.
Dato
La familia manifestó su intención de interponer una denuncia por la presunta falta de personal capacitado en primeros auxilios; no obstante, será a través de la investigación que se determine cómo ocurrieron realmente los hechos.
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