Una simple discusión por una cicla terminó en plomo y sangre en el barrio, el tiro pasó rozando la cabeza, y de milagro el pelado sigue vivo...
Una simple discusión por una cicla terminó en plomo y sangre en el barrio, el tiro pasó rozando la cabeza, y de milagro el pelado sigue vivo.
¿Qué pasó?
En la mañana del domingo 31 de agosto del 2025, en la carrera 4 Norte con calle 17 esquina del barrio Los Guaduales, lo que empezó como un préstamo terminó como una emboscada.
Resulta que en la mañana, Juan Esteban Arroyave Sepúlveda, de apenas 18 años, había tenido una bronca con Harrison López López, de 21, por una bicicleta que uno dice que prestó y el otro asegura que se la robaron. En medio del rifirrafe, Juan Esteban le pegó a Harrison un corte con arma blanca que apenas lo rasguñó.
En medio de sus aires de venganza, ese mismo día en horas de la noche, con la excusa de hablar otra vez del bendito tema de la cicla, Harrison citó a Juan Esteban y, en vez de diálogo, lo recibió a tiros. Cinco tiros le entraron por la espalda y otro lo alcanzó en el brazo derecho. Por poco el último lo manda al cementerio, pues pasó rozando la cabeza.
Dato
El joven fue llevado al hospital Santa Mónica y después remitido al Universitario San Jorge de Pereira, donde los médicos confirman que está vivo de milagro.
Gracias a los vecinos que no se quedaron callados y señalaron al supuesto atacante, la Policía armó el plan candado y lo pilló cuando intentaba huir vestido con sudadera negra y con la camiseta del Deportivo Pereira. El tipo fue dejado a disposición de la Fiscalía por el delito de homicidio en grado de tentativa, pero al final el juez dijo que la captura era ilegal.
¿Qué pasó?
En la mañana del domingo 31 de agosto del 2025, en la carrera 4 Norte con calle 17 esquina del barrio Los Guaduales, lo que empezó como un préstamo terminó como una emboscada.
Resulta que en la mañana, Juan Esteban Arroyave Sepúlveda, de apenas 18 años, había tenido una bronca con Harrison López López, de 21, por una bicicleta que uno dice que prestó y el otro asegura que se la robaron. En medio del rifirrafe, Juan Esteban le pegó a Harrison un corte con arma blanca que apenas lo rasguñó.
En medio de sus aires de venganza, ese mismo día en horas de la noche, con la excusa de hablar otra vez del bendito tema de la cicla, Harrison citó a Juan Esteban y, en vez de diálogo, lo recibió a tiros. Cinco tiros le entraron por la espalda y otro lo alcanzó en el brazo derecho. Por poco el último lo manda al cementerio, pues pasó rozando la cabeza.
Dato
El joven fue llevado al hospital Santa Mónica y después remitido al Universitario San Jorge de Pereira, donde los médicos confirman que está vivo de milagro.
Gracias a los vecinos que no se quedaron callados y señalaron al supuesto atacante, la Policía armó el plan candado y lo pilló cuando intentaba huir vestido con sudadera negra y con la camiseta del Deportivo Pereira. El tipo fue dejado a disposición de la Fiscalía por el delito de homicidio en grado de tentativa, pero al final el juez dijo que la captura era ilegal.

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