Cristian Felipe Rivera Cubillos, el hombre que confesó haber asesinado brutalmente a su pareja Neydi Juliana Londoño Maya, fue enviado a la ...
Cristian Felipe Rivera Cubillos, el hombre que confesó haber asesinado brutalmente a su pareja Neydi Juliana Londoño Maya, fue enviado a la cárcel por decisión del Juzgado Segundo con funciones mixtas de Dosquebradas.

Aunque en el interrogatorio, donde pidió ser escuchado porque quería “desahogarse”, confesó todo lo que hizo, en audiencia no aceptó los cargos imputados por la Fiscalía: feminicidio agravado, ocultamiento y destrucción de material probatorio y circunstancias de mayor punibilidad.
Cristian narró que la madrugada del 5 de julio, cegado por los celos, atacó a Neydi con un cuchillo y luego envolvió el cuerpo en un colchón. En la noche, con ayuda de un motocarguero, que no sabía lo que transportaba, arrojó el cadáver en una zona boscosa de la vía Dosquebradas - Santa Rosa de Cabal.
El sujeto, de 30 años, tenía planeado viajar a España el 9 de julio, pues su mamá ya le había comprado los tiquetes antes de que cometiera el atroz crimen. Al confesarles el crimen a los padres, fueron ellos quienes lo entregaron a las autoridades. El 8 de julio, a las 4:00 de la tarde, Cristian Felipe se presentó voluntariamente a la estación de Policía de Dosquebradas, pidiendo protección porque temía por su vida.

Aunque en el interrogatorio, donde pidió ser escuchado porque quería “desahogarse”, confesó todo lo que hizo, en audiencia no aceptó los cargos imputados por la Fiscalía: feminicidio agravado, ocultamiento y destrucción de material probatorio y circunstancias de mayor punibilidad.
Cristian narró que la madrugada del 5 de julio, cegado por los celos, atacó a Neydi con un cuchillo y luego envolvió el cuerpo en un colchón. En la noche, con ayuda de un motocarguero, que no sabía lo que transportaba, arrojó el cadáver en una zona boscosa de la vía Dosquebradas - Santa Rosa de Cabal.
El sujeto, de 30 años, tenía planeado viajar a España el 9 de julio, pues su mamá ya le había comprado los tiquetes antes de que cometiera el atroz crimen. Al confesarles el crimen a los padres, fueron ellos quienes lo entregaron a las autoridades. El 8 de julio, a las 4:00 de la tarde, Cristian Felipe se presentó voluntariamente a la estación de Policía de Dosquebradas, pidiendo protección porque temía por su vida.
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