El temido sicario venezolano, señalado por la Policía como cabecilla del grupo delincuencial 'los Ruleteros', al servicio de la orga...
El temido sicario venezolano, señalado por la Policía como cabecilla del grupo delincuencial 'los Ruleteros', al servicio de la organización criminal la Cordillera, fue asesinado de varios disparos en la cabeza este domingo, en plena vía pública del barrio Bosques de Gibraltar de Armenia.

¿Qué pasó?
Jonathan Manuel Enriques Rondón, así se llamaba el hombre que sembró miedo en Pereira y que terminó muriendo tal como vivió, a plomo. Ese día, en cuestión de segundos, alguien lo interceptó en la calle y le disparó sin piedad. No hubo tiempo de correr ni de reaccionar.
Gravemente herido, fue trasladado primero al hospital del Sur, y luego remitido al San Juan de Dios. Pero los médicos no pudieron salvarlo. Horas después murió, con los mismos plomos que tantas veces, según la Policía, él mismo había ordenado o disparado.
¿Quién era el sicario?
Conocido en el bajo mundo como Charco de Sangre, y quien sería un presunto actor criminal del sector Cuba, era un hombre de nacionalidad venezolana, oriundo del estado Monagas, tenía 25 años y había instalado su imperio criminal en los barrios más azotados por el microtráfico.
De acuerdo con información obtenida por la Policía, alias Charco de Sangre estaba al mando de un grupo delincuencial que controlaba los expendios de droga en La Platanera, Leningrado y Santa Fe, imponiendo su dominio a través de amenazas, agresiones y homicidios.
Se le conocía por intimidar a consumidores para forzarlos a comprar en sus puntos, así como por cobrar cuentas a expendedores, ordenar asesinatos selectivos y garantizar el monopolio del narcomenudeo para la estructura de alias Pescaito, principal capo del sector La Platanera.
Recordaris
Este sujeto ya tenía un historial delictivo que iba en aumento, el 24 de febrero de 2024 fue capturado por el delito de lesiones personales, tras ser requerido por autoridades judiciales. El 8 de noviembre de 2024, fue sorprendido en flagrancia mientras portaba una bolsa con 90 papeletas de basuco, con un peso total de 39 gramos, avaluadas en $350.000. El hecho ocurrió cuando intentó deshacerse de la droga al notar la presencia de la Policía en el sector de La Platanera, parte posterior de la Institución Educativa Leningrado III, en la carrera 28 con calle 82.
Dato
Como ocurre en estos casos, nadie vio nada, nadie dice nada. El silencio volvió a reinar entre los vecinos.
Unidades de la Seccional de Investigación Criminal, llegaron hasta el hospital San Juan de Dios para realizar la inspección técnica del cadáver, el cual fue trasladado hasta la morgue del municipio de Calarcá.

¿Qué pasó?
Jonathan Manuel Enriques Rondón, así se llamaba el hombre que sembró miedo en Pereira y que terminó muriendo tal como vivió, a plomo. Ese día, en cuestión de segundos, alguien lo interceptó en la calle y le disparó sin piedad. No hubo tiempo de correr ni de reaccionar.
Gravemente herido, fue trasladado primero al hospital del Sur, y luego remitido al San Juan de Dios. Pero los médicos no pudieron salvarlo. Horas después murió, con los mismos plomos que tantas veces, según la Policía, él mismo había ordenado o disparado.
¿Quién era el sicario?
Conocido en el bajo mundo como Charco de Sangre, y quien sería un presunto actor criminal del sector Cuba, era un hombre de nacionalidad venezolana, oriundo del estado Monagas, tenía 25 años y había instalado su imperio criminal en los barrios más azotados por el microtráfico.
De acuerdo con información obtenida por la Policía, alias Charco de Sangre estaba al mando de un grupo delincuencial que controlaba los expendios de droga en La Platanera, Leningrado y Santa Fe, imponiendo su dominio a través de amenazas, agresiones y homicidios.
Se le conocía por intimidar a consumidores para forzarlos a comprar en sus puntos, así como por cobrar cuentas a expendedores, ordenar asesinatos selectivos y garantizar el monopolio del narcomenudeo para la estructura de alias Pescaito, principal capo del sector La Platanera.
Recordaris
Este sujeto ya tenía un historial delictivo que iba en aumento, el 24 de febrero de 2024 fue capturado por el delito de lesiones personales, tras ser requerido por autoridades judiciales. El 8 de noviembre de 2024, fue sorprendido en flagrancia mientras portaba una bolsa con 90 papeletas de basuco, con un peso total de 39 gramos, avaluadas en $350.000. El hecho ocurrió cuando intentó deshacerse de la droga al notar la presencia de la Policía en el sector de La Platanera, parte posterior de la Institución Educativa Leningrado III, en la carrera 28 con calle 82.
Dato
Como ocurre en estos casos, nadie vio nada, nadie dice nada. El silencio volvió a reinar entre los vecinos.
Unidades de la Seccional de Investigación Criminal, llegaron hasta el hospital San Juan de Dios para realizar la inspección técnica del cadáver, el cual fue trasladado hasta la morgue del municipio de Calarcá.
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