Once personas señaladas de integrar una banda delincuencial dedicada al expendio de heroína, cocaína, marihuana y basuco en los barrios Guas...
Once personas señaladas de integrar una banda delincuencial dedicada al expendio de heroína, cocaína, marihuana y basuco en los barrios Guasdualito y San Diego, del municipio de Dosquebradas, fueron enviadas a prisión por decisión del Juzgado Primero Penal Municipal de esa localidad.

No aceptaron
La Fiscalía 6 Especializada de Pereira les imputó los delitos de tráfico de estupefacientes en concurso con concierto para delinquir agravado. Aunque ninguno de los procesados aceptó los cargos, el ente acusador, con base en las evidencias recolectadas durante la investigación, solicitó su detención preventiva. El juez, tras analizar los argumentos, acogió la solicitud y ordenó medida de aseguramiento intramural para todos los capturados.
Ellos son: Luis Alejandro Rodríguez Rodríguez, de 22 años; Edison Fabián Loaiza Londoño, de 37 años; Ricardo Rivera Ospina, de 39; Julio Daniel González Hernández, de 26 años; Juan Camilo Márquez Polanco, de 27; Francisco Javier Gallego Márquez, de 62 años; Harold Mauricio Pareja, de 32 años; José Manuel Muñoz Cano, de 22; Medardo Fabio Durán Moreno, de 33 años; Michael Jonathan Torres García de 33 y Santiago de Jesús Giraldo León de 30 años.
La banda
Recordemos que el proceso investigativo inició a comienzos de este año, cuando la Policía Judicial y la Fiscalía 6 Especializada de Pereira identificaron una estructura delictiva que operaba las 24 horas del día, utilizando casas arrendadas y el espacio público como puntos de distribución.
La venta se realizaba a cualquier hora y estaba dirigida principalmente a personas en condición de calle, en especial consumidores de heroína, conocida como la “droga maldita”, una sustancia altamente adictiva y considerada una de las más costosas del mercado, con un valor por dosis cercano a los 13 mil pesos.
Los delincuentes contaban con una logística sofisticada para evitar ser descubiertos: sistemas de vigilancia con “campaneros” ubicados estratégicamente, múltiples métodos de ocultamiento y una operación permanente que incluía la llegada constante de compradores de otros municipios atraídos por la “original”, como denominaban la heroína que allí se comercializaba, única en el departamento de Risaralda.
La presencia de esta actividad ilícita generaba temor constante entre los habitantes del sector. Los vecinos denunciaban la entrada y salida de vehículos de alta gama, motocicletas a toda hora y la cercanía de los expendios con instituciones educativas, donde niños y adolescentes se veían expuestos a un ambiente de criminalidad y consumo.
Agente encubierto
La Fiscalía y la Policía lograron infiltrarse en la banda gracias a agentes encubiertos que se hicieron pasar por compradores. Cada dosis adquirida fue usada como evidencia, junto con fotos, videos y otros elementos materiales probatorios.

No aceptaron
La Fiscalía 6 Especializada de Pereira les imputó los delitos de tráfico de estupefacientes en concurso con concierto para delinquir agravado. Aunque ninguno de los procesados aceptó los cargos, el ente acusador, con base en las evidencias recolectadas durante la investigación, solicitó su detención preventiva. El juez, tras analizar los argumentos, acogió la solicitud y ordenó medida de aseguramiento intramural para todos los capturados.
Ellos son: Luis Alejandro Rodríguez Rodríguez, de 22 años; Edison Fabián Loaiza Londoño, de 37 años; Ricardo Rivera Ospina, de 39; Julio Daniel González Hernández, de 26 años; Juan Camilo Márquez Polanco, de 27; Francisco Javier Gallego Márquez, de 62 años; Harold Mauricio Pareja, de 32 años; José Manuel Muñoz Cano, de 22; Medardo Fabio Durán Moreno, de 33 años; Michael Jonathan Torres García de 33 y Santiago de Jesús Giraldo León de 30 años.
La banda
Recordemos que el proceso investigativo inició a comienzos de este año, cuando la Policía Judicial y la Fiscalía 6 Especializada de Pereira identificaron una estructura delictiva que operaba las 24 horas del día, utilizando casas arrendadas y el espacio público como puntos de distribución.
La venta se realizaba a cualquier hora y estaba dirigida principalmente a personas en condición de calle, en especial consumidores de heroína, conocida como la “droga maldita”, una sustancia altamente adictiva y considerada una de las más costosas del mercado, con un valor por dosis cercano a los 13 mil pesos.
Los delincuentes contaban con una logística sofisticada para evitar ser descubiertos: sistemas de vigilancia con “campaneros” ubicados estratégicamente, múltiples métodos de ocultamiento y una operación permanente que incluía la llegada constante de compradores de otros municipios atraídos por la “original”, como denominaban la heroína que allí se comercializaba, única en el departamento de Risaralda.
La presencia de esta actividad ilícita generaba temor constante entre los habitantes del sector. Los vecinos denunciaban la entrada y salida de vehículos de alta gama, motocicletas a toda hora y la cercanía de los expendios con instituciones educativas, donde niños y adolescentes se veían expuestos a un ambiente de criminalidad y consumo.
Agente encubierto
La Fiscalía y la Policía lograron infiltrarse en la banda gracias a agentes encubiertos que se hicieron pasar por compradores. Cada dosis adquirida fue usada como evidencia, junto con fotos, videos y otros elementos materiales probatorios.
COMENTARIOS