Parece que las noches han dejado de ser para descansar. Cada vez más, se ha vuelto habitual escuchar el eco de las constantes balaceras. El ...
Parece que las noches han dejado de ser para descansar. Cada vez más, se ha vuelto habitual escuchar el eco de las constantes balaceras. El miércoles no fue la excepción.

¿Un ajuste de cuentas? ¿Una bala perdida? ¿Un error? Las preguntas abundan en las calles, pero las respuestas son escasas, mientras las balas siguen escribiendo titulares con sangre.

¿Qué pasó?
Eran las 8:30 de la noche del martes, cuando sicarios trataron de hacer de las suyas, en la carrera 1 cerca de la iglesia del barrio Charco Negro, allí se escucharon varias detonaciones y comoresultado, dos personas resultaron heridas en medio de la oscuridad.
Las víctimas
Katerin Yesenia Marín Jaramillo, de 34 años, residente del barrio Alfonso López, fue una de las personas heridas. La mujer recibió un disparo que le atravesó el abdomen; de igual forma, Daniel Felipe Orozco Brito, de 25 años, recibió un impacto de bala en el costado izquierdo.
Ambos fueron atendidos de urgencia en el hospital de Kennedy; Orozca Brito fue estabilizado y de allí remitido a la clínica Los Rosales, donde permanece bajo observación médica.
Hasta el lugar se desplazó la Policía y personal del CTI, que realizaron los actos urgentes e iniciaron las primeras indagaciones del caso. No se conocen por ahora las causas del ataque, pero todo parece indicar que se trató de un atentado sicarial.
Plomo por aquí, plomo por allá... lo cierto es que unos fallan y otros no. Pero las balas siguen marcando el ritmo de las noches en algunos barrios de la ciudad, donde la vida parece pender de un hilo y la seguridad se ha vuelto una ilusión.
Dato
Hasta el momento, no hay personas capturadas ni información oficial sobre los móviles del ataque.
Dato
Al parecer, las balas no eran para ellos, sino para alguien más que estaba por ahí. Pero, como se dice popularmente, "pagaron justos por pecadores".
Eran las 8:30 de la noche del martes, cuando sicarios trataron de hacer de las suyas, en la carrera 1 cerca de la iglesia del barrio Charco Negro, allí se escucharon varias detonaciones y comoresultado, dos personas resultaron heridas en medio de la oscuridad.
Las víctimas
Katerin Yesenia Marín Jaramillo, de 34 años, residente del barrio Alfonso López, fue una de las personas heridas. La mujer recibió un disparo que le atravesó el abdomen; de igual forma, Daniel Felipe Orozco Brito, de 25 años, recibió un impacto de bala en el costado izquierdo.
Ambos fueron atendidos de urgencia en el hospital de Kennedy; Orozca Brito fue estabilizado y de allí remitido a la clínica Los Rosales, donde permanece bajo observación médica.
Hasta el lugar se desplazó la Policía y personal del CTI, que realizaron los actos urgentes e iniciaron las primeras indagaciones del caso. No se conocen por ahora las causas del ataque, pero todo parece indicar que se trató de un atentado sicarial.
Plomo por aquí, plomo por allá... lo cierto es que unos fallan y otros no. Pero las balas siguen marcando el ritmo de las noches en algunos barrios de la ciudad, donde la vida parece pender de un hilo y la seguridad se ha vuelto una ilusión.
Dato
Hasta el momento, no hay personas capturadas ni información oficial sobre los móviles del ataque.
Dato
Al parecer, las balas no eran para ellos, sino para alguien más que estaba por ahí. Pero, como se dice popularmente, "pagaron justos por pecadores".
¿Un ajuste de cuentas? ¿Una bala perdida? ¿Un error? Las preguntas abundan en las calles, pero las respuestas son escasas, mientras las balas siguen escribiendo titulares con sangre.
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