La inseguridad continúa siendo un grave problema en Pereira, y esta vez le costó la vida a Alcides Marín Bustamante, un adulto mayor asesina...
La inseguridad continúa siendo un grave problema en Pereira, y esta vez le costó la vida a Alcides Marín Bustamante, un adulto mayor asesinado brutalmente en el centro de la ciudad. El adulto mayor se opuso a un hurto y, en respuesta, los delincuentes lo apuñalaron, quitándole la vida de manera vil. Este hecho ha generado gran indignación entre la comunidad pereirana.

¿Qué pasó?
El trágico suceso tuvo lugar a las 5:16 de la mañana del domingo 6 de octubre, cuando el hombre de 76 años de edad, quien era pensionado y que acostumbraba madrugar para alimentar a las palomas en la Plaza de Bolívar de Pereira, fue interceptado por cuatro hombres, presuntamente de nacionalidad venezolana, mientras caminaba por la carrera 8 con calle 21 en el centro de la ciudad. Los delincuentes lo acorralaron y uno de ellos, armado con un cuchillo, lo amenazó para que entregara sus pertenencias, pero don Alcides, en un acto de valentía, se resistió. Esto llevó a los criminales a atacarlo sin piedad, propinándole una puñalada antes de huir rápidamente.
La víctima, tras ser herida, logró caminar hasta el edificio Colombia, donde pidió ayuda al personal de seguridad privada antes de desmayarse. Estos informaron de inmediato a las autoridades policiales, quienes llegaron rápidamente para prestarle los primeros auxilios y trasladarlo al Hospital San Jorge, donde lamentablemente ingresó sin signos vitales a causa de una herida en el tórax.
El grupo de criminalística del CTI de la Fiscalía se desplazó a la morgue a realizar la inspección técnica del cuerpo, el cual fue trasladado a Medicina Legal de Pereira en la mañana de ayer para llevar a cabo su necropsia.
Dato
Hasta el momento, a pesar de los operativos policiales en el sector, los responsables del violento ataque no han sido capturados, dejando a la comunidad en un estado de temor y dolor ante este crimen.
Su vida
Don Alcides vivía solo en la ciudad de Pereira y era natural del municipio de Aguadas, Caldas. Obtuvo su cédula en esta ciudad, aunque también actualizó sus datos en Estados Unidos. Las autoridades esperan que, mediante su fotografía, algún familiar lo reconozca y se acerque a la morgue para reclamar su cuerpo, permitiendo así que sus seres queridos puedan darle una digna despedida.

¿Qué pasó?
El trágico suceso tuvo lugar a las 5:16 de la mañana del domingo 6 de octubre, cuando el hombre de 76 años de edad, quien era pensionado y que acostumbraba madrugar para alimentar a las palomas en la Plaza de Bolívar de Pereira, fue interceptado por cuatro hombres, presuntamente de nacionalidad venezolana, mientras caminaba por la carrera 8 con calle 21 en el centro de la ciudad. Los delincuentes lo acorralaron y uno de ellos, armado con un cuchillo, lo amenazó para que entregara sus pertenencias, pero don Alcides, en un acto de valentía, se resistió. Esto llevó a los criminales a atacarlo sin piedad, propinándole una puñalada antes de huir rápidamente.
La víctima, tras ser herida, logró caminar hasta el edificio Colombia, donde pidió ayuda al personal de seguridad privada antes de desmayarse. Estos informaron de inmediato a las autoridades policiales, quienes llegaron rápidamente para prestarle los primeros auxilios y trasladarlo al Hospital San Jorge, donde lamentablemente ingresó sin signos vitales a causa de una herida en el tórax.
El grupo de criminalística del CTI de la Fiscalía se desplazó a la morgue a realizar la inspección técnica del cuerpo, el cual fue trasladado a Medicina Legal de Pereira en la mañana de ayer para llevar a cabo su necropsia.
Dato
Hasta el momento, a pesar de los operativos policiales en el sector, los responsables del violento ataque no han sido capturados, dejando a la comunidad en un estado de temor y dolor ante este crimen.
Su vida
Don Alcides vivía solo en la ciudad de Pereira y era natural del municipio de Aguadas, Caldas. Obtuvo su cédula en esta ciudad, aunque también actualizó sus datos en Estados Unidos. Las autoridades esperan que, mediante su fotografía, algún familiar lo reconozca y se acerque a la morgue para reclamar su cuerpo, permitiendo así que sus seres queridos puedan darle una digna despedida.
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