En la mañana de ayer la Seccional de Fiscalías de Risaralda recibió la confirmación de la identidad de los restos óseos encontrados el 20 de...
En la mañana de ayer la Seccional de Fiscalías de Risaralda recibió la confirmación de la identidad de los restos óseos encontrados el 20 de septiembre en zona rural de Belalcázar, Caldas, en efecto, se trataba del padre Darío Valencia Uribe y debido a esta noticia, monseñor Rigoberto Corredor de inmediato programó las exequias que se llevarán a cabo mañana jueves, 10 de octubre a las 10:30 a.m. en la catedral Nuestra Señora de la Pobreza.
Este proceso de identificación, realizado mediante la carta dental en el laboratorio de Genética del Cuerpo Técnico de Investigación de Cali, se realizó en tiempo récord, solo 18 días después del hallazgo, tal y como lo informó este medio de comunicación.
Se supo que el proceso fue así de ágil, gracias a que el caso era priorizado y el CTI puso a disposición todos los medios para obtener este resultado y permitir así que tanto la familia, como la Diócesis, los feligreses y la comunidad entera, pudieran despedir al sacerdote.
Recordemos
El viernes 20 de septiembre, a las 11:50 de la mañana, se encontraron los restos en la vereda Patio Bonito, de Belalcázar. Tras las primeras indagaciones, se conoció que Julián Eduardo Cifuentes Gómez, el hombre detrás del crimen, transportó el cuerpo del sacerdote en su propia camioneta, una Nissan Frontier gris con placas GKL 427. Tomó la ruta La Virginia - Viterbo, deteniéndose en la estación de gasolina del sector Acapulco para tanquear el vehículo. Julián evitó el peaje usando una vía alterna que lo llevara directamente a las veredas de Belalcázar.
Una vez llegó a su destino, Cifuentes estacionó la camioneta al costado derecho de la vía y en un acto cruel y premeditado, lanzó el cuerpo del cura Darío Valencia a un abismo de 40 metros, con seguridad, creyendo que así quedaría todo oculto para siempre.
Tras el crimen, Julián se dirigió a Viterbo, donde intentó deshacerse de las pruebas. Guardó la camioneta en un parqueadero del casco urbano después de lavarla, con la intención de dejarla allí por un mes.
Dato
El confeso homicida sigue en una cárcel de París a la espera de que se surta el proceso de extradición.
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