En las últimas horas, Monseñor Rigoberto Corredor, obispo de la diócesis de Pereira, se pronunció respecto a la trágica desaparición del pad...
En las últimas horas, Monseñor Rigoberto Corredor, obispo de la diócesis de Pereira, se pronunció respecto a la trágica desaparición del padre Rubén Darío Valencia, cuyo paradero ha sido un misterio desde hace varios meses. En una declaración cargada de dolor, Corredor abordó la noticia sobre la presunta aceptación de cargos por parte del principal sospechoso en el caso, quien habría confesado la muerte del sacerdote.
Monseñor Corredor aclaró que la diócesis aún no ha recibido información oficial por parte de la Fiscalía sobre la confesión del sospechoso, aunque admitió que la noticia se ha filtrado a través de varios medios de comunicación. "Hemos hecho un acuerdo muy claro con la Fiscalía y nuestros abogados de que todo lo que podemos comentar nosotros es lo que recibamos oficialmente", subrayó el obispo.
Tal como lo informó El Diario, Julián Eduardo Cifuentes Gómez, habría admitido la participación en la muerte del sacerdote y proporcionado coordenadas del lugar donde se podrían encontrar los restos de Valencia. Las autoridades, según las declaraciones del obispo, ya están llevando a cabo búsquedas en las inmediaciones de Belalcázar, en la vía que conecta Pereira con Viterbo.
Corredor también mencionó la profunda tristeza que embarga a la familia del padre Rubén Darío Valencia, especialmente a su madre, quien ya habría sido informada sobre la confesión de Cifuente Gómez. "La angustia nuestra es total", expresó el obispo al señalar que, a pesar de las nuevas revelaciones, la Iglesia y los allegados del sacerdote esperan la confirmación oficial de los hechos.
Para la Diócesis, la identificación de los restos del padre es crucial antes de emitir cualquier declaración definitiva. "No podemos decir nada mientras no tengamos el cuerpo del padre al menos los restos y Medicina Legal diga que sí pertenecen al padre Darío", enfatizó. Sin embargo, Corredor admitió que parte de la incertidumbre se ha disipado tras la confesión del sospechoso, pero instó a que se continúe con las investigaciones hasta que se tengan pruebas contundentes.
El obispo también compartió que la Iglesia tiene la intención de rendir un homenaje solemne al padre Rubén Darío Valencia cuando se confirme su muerte. "Nuestra fe nos hace pensar que el día en que tengamos los restos, haremos una gran misa de exequias solemnes en la Catedral", afirmó monseñor Corredor.
El proceso judicial sigue su curso, y tanto la Iglesia como los feligreses esperan justicia para el sacerdote que, según parece, fue víctima de un crimen que ha conmovido profundamente a la comunidad. "Dejaremos que las autoridades sigan completando todo este camino, porque falta mucho por completar", concluyó el obispo, quien reiteró la esperanza de que los jueces de Colombia actúen conforme a la gravedad de los hechos.
La comunidad católica de Pereira y de toda Colombia sigue a la espera de más información oficial, mientras el caso se acerca a una posible resolución que permitiría dar un cierre, aunque doloroso, a esta tragedia.
Monseñor Corredor aclaró que la diócesis aún no ha recibido información oficial por parte de la Fiscalía sobre la confesión del sospechoso, aunque admitió que la noticia se ha filtrado a través de varios medios de comunicación. "Hemos hecho un acuerdo muy claro con la Fiscalía y nuestros abogados de que todo lo que podemos comentar nosotros es lo que recibamos oficialmente", subrayó el obispo.
Tal como lo informó El Diario, Julián Eduardo Cifuentes Gómez, habría admitido la participación en la muerte del sacerdote y proporcionado coordenadas del lugar donde se podrían encontrar los restos de Valencia. Las autoridades, según las declaraciones del obispo, ya están llevando a cabo búsquedas en las inmediaciones de Belalcázar, en la vía que conecta Pereira con Viterbo.
Corredor también mencionó la profunda tristeza que embarga a la familia del padre Rubén Darío Valencia, especialmente a su madre, quien ya habría sido informada sobre la confesión de Cifuente Gómez. "La angustia nuestra es total", expresó el obispo al señalar que, a pesar de las nuevas revelaciones, la Iglesia y los allegados del sacerdote esperan la confirmación oficial de los hechos.
Para la Diócesis, la identificación de los restos del padre es crucial antes de emitir cualquier declaración definitiva. "No podemos decir nada mientras no tengamos el cuerpo del padre al menos los restos y Medicina Legal diga que sí pertenecen al padre Darío", enfatizó. Sin embargo, Corredor admitió que parte de la incertidumbre se ha disipado tras la confesión del sospechoso, pero instó a que se continúe con las investigaciones hasta que se tengan pruebas contundentes.
El obispo también compartió que la Iglesia tiene la intención de rendir un homenaje solemne al padre Rubén Darío Valencia cuando se confirme su muerte. "Nuestra fe nos hace pensar que el día en que tengamos los restos, haremos una gran misa de exequias solemnes en la Catedral", afirmó monseñor Corredor.
El proceso judicial sigue su curso, y tanto la Iglesia como los feligreses esperan justicia para el sacerdote que, según parece, fue víctima de un crimen que ha conmovido profundamente a la comunidad. "Dejaremos que las autoridades sigan completando todo este camino, porque falta mucho por completar", concluyó el obispo, quien reiteró la esperanza de que los jueces de Colombia actúen conforme a la gravedad de los hechos.
La comunidad católica de Pereira y de toda Colombia sigue a la espera de más información oficial, mientras el caso se acerca a una posible resolución que permitiría dar un cierre, aunque doloroso, a esta tragedia.
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