Julián Andrés Santa Ángel Barajas ya puede decir que a sus 17 años, le dio la primera medalla a Colombia en los Juegos Olímpicos de París 2...
Julián Andrés Santa
Ángel Barajas ya puede decir que a sus 17 años, le dio la primera medalla a Colombia en los Juegos Olímpicos de París 2024, algo que desde antes de iniciar las justas, estaba por fuera de los pronósticos y en una disciplina que es la especialidad para los chinos y japoneses. Sin embargo, el cucuteño dijo presente y logró colgarse la presea de plata para la alegría de él y de todo un país.
“Lo que más amo hacer”
En declaraciones con el Comité Olímpico Colombiano, expresó: “Antes que nada, las gracias a Dios, creo que yo hice todo lo humanamente posible pero la voluntad fue de él para obtener esta medalla. Es un sueño cumplido, la verdad que me siento muy feliz. Hoy logré hacer un buen trabajo, solo disfruté, disfruté lo que más amo hacer y gracias a Dios se dieron los resultados”.
13 años de entrenamiento
Su rutina fue calificada con 14.533, producto de una dificultad de 6.600 y una ejecución de 7.933, todo esto resumido y reflejado en 13 años de entrenamientos, de sufrimientos, caídas, golpes y fallos. “La verdad la competencia estuvo un poco sufrida, hubo muchos fallos en las rutinas. En mi caso, hubo uno que otro fallo pequeño pero aun así se pudo sacar la competencia adelante. Se sentía mucho la presión de querer sobresalir y bueno, gracias a Dios se logró esa primera medalla para Colombia”.
“Hay días en los que no se da”
La preparación del cucuteño para llegar a París 2024 fue exigente y rigurosa, como lo ha sido durante sus más de 10 años en la disciplina. Su clasificación se dio este año luego de las Copas Mundo de Gimnasia Artística y posteriormente, estuvo tres meses en España, preparándose al más alto nivel para presentarse en sus primeros Juegos Olímpicos.
“Considero que cada sacrificio tiene su recompensa más adelante. Estuve tres meses fuera de casa y la verdad fue muy duro ese esfuerzo que hice, pero al final valió la pena. Uno no trabaja poco tiempo para esto; llevo 13 años trabajando y en ese tiempo, no puedo decir que no haya días en los que no llore. Hay momentos en los que las cosas no salen muy bien y siempre quiero salir de esa situación. Hay días en los que no se da”, añade Ángel Barajas.
Ángel Barajas ya puede decir que a sus 17 años, le dio la primera medalla a Colombia en los Juegos Olímpicos de París 2024, algo que desde antes de iniciar las justas, estaba por fuera de los pronósticos y en una disciplina que es la especialidad para los chinos y japoneses. Sin embargo, el cucuteño dijo presente y logró colgarse la presea de plata para la alegría de él y de todo un país.
“Lo que más amo hacer”
En declaraciones con el Comité Olímpico Colombiano, expresó: “Antes que nada, las gracias a Dios, creo que yo hice todo lo humanamente posible pero la voluntad fue de él para obtener esta medalla. Es un sueño cumplido, la verdad que me siento muy feliz. Hoy logré hacer un buen trabajo, solo disfruté, disfruté lo que más amo hacer y gracias a Dios se dieron los resultados”.
13 años de entrenamiento
Su rutina fue calificada con 14.533, producto de una dificultad de 6.600 y una ejecución de 7.933, todo esto resumido y reflejado en 13 años de entrenamientos, de sufrimientos, caídas, golpes y fallos. “La verdad la competencia estuvo un poco sufrida, hubo muchos fallos en las rutinas. En mi caso, hubo uno que otro fallo pequeño pero aun así se pudo sacar la competencia adelante. Se sentía mucho la presión de querer sobresalir y bueno, gracias a Dios se logró esa primera medalla para Colombia”.
“Hay días en los que no se da”
La preparación del cucuteño para llegar a París 2024 fue exigente y rigurosa, como lo ha sido durante sus más de 10 años en la disciplina. Su clasificación se dio este año luego de las Copas Mundo de Gimnasia Artística y posteriormente, estuvo tres meses en España, preparándose al más alto nivel para presentarse en sus primeros Juegos Olímpicos.
“Considero que cada sacrificio tiene su recompensa más adelante. Estuve tres meses fuera de casa y la verdad fue muy duro ese esfuerzo que hice, pero al final valió la pena. Uno no trabaja poco tiempo para esto; llevo 13 años trabajando y en ese tiempo, no puedo decir que no haya días en los que no llore. Hay momentos en los que las cosas no salen muy bien y siempre quiero salir de esa situación. Hay días en los que no se da”, añade Ángel Barajas.
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