Las autoridades judiciales están en plena investigación del homicidio de José Raúl Grisales Alzate, un hombre de 74 años, quien fue hallado ...
Las autoridades judiciales están en plena investigación del homicidio de José Raúl Grisales Alzate, un hombre de 74 años, quien fue hallado muerto a puñaladas en su residencia ubicada en el corregimiento de Caimalito, Pereira. El crimen, ocurrido presuntamente por un robo, ha causado consternación en la comunidad local.
¿Qué pasó?
El trágico hallazgo se produjo a las 8:00 p.m. del sábado 24 de agosto. El hermano de José Raúl, preocupado por la falta de respuesta a sus llamadas telefónicas y sin haber tenido contacto con él desde el miércoles 21 de agosto, se dirigió a la vivienda en el barrio Caimalito Centro. Al no recibir respuesta tras golpear la puerta y preguntar a los vecinos y a los dueños del inmueble, el hermano de la víctima solicitó una copia de la llave del apartamento. Al abrir la puerta, encontró a su hermano tendido en el suelo, en avanzado estado de descomposición, y salió corriendo inmediatamente, cerrando la puerta detrás de él.
Las autoridades policiales, alertadas por el hermano de la víctima, llegaron al lugar y acordonaron la escena para realizar la inspección judicial. La noticia del asesinato de José Raúl se esparció rápidamente por el barrio, generando gran conmoción entre los vecinos.
El grupo de criminalística del CTI de Pereira se encargó de la inspección técnica en el lugar. Durante la diligencia, se observó que la habitación estaba desordenada, lo que sugiere que los delincuentes buscaron objetos de valor. José Raúl presentaba cuatro heridas en el costado izquierdo, aparentemente provocadas por un arma blanca. El cuerpo llevaba al menos cuatro días sin vida al momento del hallazgo.
Aunque los móviles del crimen están aún en investigación, la primera hipótesis de la policía judicial es que el asesinato podría haber sido cometido durante un intento de robo, dada la evidencia encontrada en la escena.
Su vida
José Raúl Grisales Alzate había residido en la habitación donde fue encontrado muerto hace un año. Siempre vivió en el corregimiento de Caimalito, donde mantenía un vínculo cercano con su familia. Se ganaba la vida vendiendo chance y realizando rifas, y sus familiares estaban atentos a su bienestar.
“Él era una buena persona, un buen vecino, trabajador. A pesar de su edad, gozaba de mucha vitalidad y se valía por sí mismo. Era muy amable,” expresaron vecinos del barrio.
¿Qué pasó?
El trágico hallazgo se produjo a las 8:00 p.m. del sábado 24 de agosto. El hermano de José Raúl, preocupado por la falta de respuesta a sus llamadas telefónicas y sin haber tenido contacto con él desde el miércoles 21 de agosto, se dirigió a la vivienda en el barrio Caimalito Centro. Al no recibir respuesta tras golpear la puerta y preguntar a los vecinos y a los dueños del inmueble, el hermano de la víctima solicitó una copia de la llave del apartamento. Al abrir la puerta, encontró a su hermano tendido en el suelo, en avanzado estado de descomposición, y salió corriendo inmediatamente, cerrando la puerta detrás de él.
Las autoridades policiales, alertadas por el hermano de la víctima, llegaron al lugar y acordonaron la escena para realizar la inspección judicial. La noticia del asesinato de José Raúl se esparció rápidamente por el barrio, generando gran conmoción entre los vecinos.
El grupo de criminalística del CTI de Pereira se encargó de la inspección técnica en el lugar. Durante la diligencia, se observó que la habitación estaba desordenada, lo que sugiere que los delincuentes buscaron objetos de valor. José Raúl presentaba cuatro heridas en el costado izquierdo, aparentemente provocadas por un arma blanca. El cuerpo llevaba al menos cuatro días sin vida al momento del hallazgo.
Aunque los móviles del crimen están aún en investigación, la primera hipótesis de la policía judicial es que el asesinato podría haber sido cometido durante un intento de robo, dada la evidencia encontrada en la escena.
Su vida
José Raúl Grisales Alzate había residido en la habitación donde fue encontrado muerto hace un año. Siempre vivió en el corregimiento de Caimalito, donde mantenía un vínculo cercano con su familia. Se ganaba la vida vendiendo chance y realizando rifas, y sus familiares estaban atentos a su bienestar.
“Él era una buena persona, un buen vecino, trabajador. A pesar de su edad, gozaba de mucha vitalidad y se valía por sí mismo. Era muy amable,” expresaron vecinos del barrio.
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