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Jueves Santo, una tradición de amor

Liliana Cardona Marín

Hay tradiciones tan antiguas, como la fe misma y por mucho que el mundo ha cambiado, los católicos del siglo XXI sin detenerse en cuestiones modernas, todavía depositan los más profundos deseos de su corazón en prácticas, que son vistas como incomprensibles para todos aquellos que anteponen la razón a los hechos mismos.


La Semana Mayor es la gran fiesta de la Pascua, no hay tanto derroche de pólvora como en diciembre, pero hay confianza en el perdón, no hay música a altos niveles pero hay bandas marciales que acompañan a los peregrinos, no hay regalos, pero hay ofrendas de amor.

Un día para visitar Monumentos

Después de la ceremonia de la institución de la eucaristía y el sacerdocio, Jesús representado en la hostia es puesto en un lugar de honor en el templo, rodeado de grandes telares, flores y un cirio. Los feligreses y grupos eclesiásticos se esmeran en trabajar con antelación para este día, en muchos templos hay pan, espigas de trigo, uvas y muchos velones por familia.


El párroco de la iglesia Nuestra Señora del Carmen de La Virginia, es el sacerdote Diego Arcila, él fue consultado sobre la tradición de visitar Monumentos el Jueves Santo y explicó: “El origen de visitar a Jesús Eucaristía llegó con los españoles, porque allá especialmente en una ciudad que se llama Pamplona se comenzó a dar la tradición de visitar siete iglesias que componían el adelanto de las Siete Palabras de Jesús en la cruz al día siguiente”.


Para este ministro eclesial que también es filósofo e historiador, es importante aclarar que “La tradición paisa convierte esta tradición hacia las dos primeras décadas del siglo XX, por el tiempo de la primera Guerra Mundial, transformó la tradición para pedir en las siete iglesias siete deseos”.


Siete deseos del corazón

Los paisas acostumbran a pedir en cada deseo, según la explicación del sacerdote, no tanto cosas materiales, sino lo que tiene que ver con el amor: “bienestar para la familia, mantener el empleo, protección ante cualquier circunstancia, ellos iban repartiendo los deseos según las siete iglesias”.


Hay circunstancias en que no se puede visitar los siete templos, por ejemplo en ‘El Puerto Dulce’, solo hay cuatro iglesias, entonces los que tienen los medios suben a Pereira o se dirigen a Viterbo, relató el presbítero. “Los paisas convirtieron las Siete Palabras en siete deseos. Se pasó de un estado de religiosidad pura, bíblica, a un estado de protección personal, que es muy válido y eso se extendió por todo el país”.


El gran día

El jueves es el día del amor universal en palabras del padre Arcila, porque Jesús da la muestra máxima del servicio a los demás (lavatorio de los pies). Se decide su entrega en la cruz, también se instaura la Eucaristía en la que se dona, se da. Así mismo se instituyó el sacerdocio, para que haya alguien que recuerde el sacrificio ‘Hagan esto en memoria mía’.


La palabra Monumento


La Real Academia Española de la Lengua lo define como ‘Construcción que se erige en recuerdo de una persona o hecho memorable’, por esta razón se rinde tanta solemnidad al ‘Santísimo expuesto’.


¿Usted visita Monumentos el Jueves Santo?

Claudia López

“La verdad no, nunca lo he hecho aunque toda la vida he escuchado de la tradición”.


Analía Bedoya

“Hace unos años que no lo hago, cuando iba pedía deseos”.


Orlando Aguirre

“Siempre he visitado y pido deseos, porque me lo enseñaron mis papás”.


Mauricio Martínez

“No. Nunca lo he hecho, pero sé que existe”.


Ana María Garcés

“Claro, por tradición de toda la vida, de los abuelos. Es costumbre”.


Luz Aída Rincón

“Sí, todas las semanas santas voy a pedir deseos”.


Saúl Ruiz

“Claro, porque me enseñaron la devoción desde pequeñito, pido que le vaya bien a todos, a mis hermanos y hermanas”.


José Hincapié

“Sí, porque es la tradición y en cada visita pido un deseo”.


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