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Mortal caída en el trabajo



Luis Fernando Robledo Pineda era un experto constructor y ante todo muy precavido, pues tenía pleno conocimiento que en este trabajo, por manejar tanta herramienta y laborar en altura se corría el riesgo de un accidente.

Por desgracia ninguna medida de prevención fue suficiente para evitar que este hombre de 45 años sufriera un mortal accidente laboral.



Cayó

Robledo, su padre y otros trabajadores estaban desarrollando una obra para cambiarle el techo a una iglesia de la carrera 7 con calle 28 de Pereira, allí empezaron días atrás y tenían presupuestado estar un buen tiempo. Debido a que el trabajo era en altura, todos usaban arnés y cuerdas o líneas de vida como se le dice, para estar seguros.

A las 11:00 a.m. de ayer, Luis Fernando estaba subido en un andamio no muy alto, más o menos como si fuera el techo de una casa. Al parecer iba a cambiar de línea de vida, pero según los compañeros, resbaló y cayó.



El padre estaba presente, también los colegas, estos llamaron a una ambulancia y lo llevaron al hospital San Jorge, por desgracia llegó sin signos vitales.

Los colegas no se explican por qué se mató, si bien cualquier caída es delicada, estiman que la altura no era tan grande como para robarle la vida. Por su parte el papá se fue con él en la ambulancia y estaba en shock, no podía creer que su hijo y compañero ya no estaría más con él.


Su vida

Robledo Pineda era un hombre muy serio, buen trabajador, nunca fallaba porque le gustaba cumplirle a su padre.

Vivía en el sector El Hoyo de Samaria con su compañera sentimental y era el padre de dos pequeñas producto de una relación pasada.




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