Liliana Cardona Marín Risaralda en conjunto con Cauca, Atlántico, Bogotá, Norte de Santander y Antioquia han hecho parte desde hace más de 1...
Liliana Cardona Marín
Risaralda en conjunto con Cauca, Atlántico, Bogotá, Norte de Santander y Antioquia han hecho parte desde hace más de 10 años de los territorios en donde a través de la instalación de Mesas Interinstitucionales se reconoce garantiza la protección al trabajo de los líderes sociales y comunales que defienden los derechos humanos en sus comunidades.
Al acto de instalación que se llevó a cabo ayer en el auditorio del Centro Cultural Lucy Tejada asistieron los secretarios de gobierno de Risaralda y Pereira, el defensor Regional del Pueblo, representantes del Ministerio del Interior, Fiscalía, Unidad Nacional de Protección (UNP) y la Comisión de verificación de la ONU.
Llamó especialmente la atención el protagonismo de las mujeres en todos los ámbitos, cada que se pedía referencia por alguien que trabajara por los campesinos la respuesta era: es ella, si se quería saber por las víctimas del conflicto lo redireccionaban con una lideresa. Esto aparte de ayudar a los hombres, que son quienes han puesto el pecho tradicionalmente por las causas sociales y los muertos en mayoría, habla de esa necesidad intrínseca de buscar la protección de una madre, la necesidad de una sonrisa y una dulce voz que en el momento exacto puede convertirse en un grito de auxilio.
Se puede decir que Esneda Arcila es más conocida que la Coca-Cola, el trabajo que hace por los habitantes de La Bella, desde hace más de 24 años le otorga un liderazgo natural, por eso cuando se le pregunta por la importancia de este tipo de instalaciones dice: “En este momento todas las asociaciones, comunidades afro, LGTBIQ+, la mesa de víctimas, los jóvenes sentimos que es un momento muy esencial, porque no solo es defender los derechos, también el territorio donde están asentadas las comunidades, su agua y todo lo que a ellos les pertenece”. Al hablar del trabajo que realiza expresa que “a pesar de que no soy negra, no soy indígena, en mi territorio tenemos varias asociaciones de agricultores que están conformadas por estas personas, para mí es muy importante defenderlos y aportar a otros líderes de Pereira, así hacemos tejido social con todos aquellos que lo necesitan”. Esneda Arcila tuvo sus inicios como secretaria de Acción Comunal y ahora es estudiante de Ciencias Políticas y Administración Pública, porque formarse cada día significa ayudar más.
En este encuentro de defensores de los Derechos Humanos llamó especialmente la atención un aparte el discurso del nuevo defensor de Risaralda: “Mi compromiso es propender y velar por la garantía de los derechos en esa Risaralda profunda”. A este entusiasmo del doctor Fustel Manyoma, se contrapone una anécdota en Pereira, donde no es tan profunda Risaralda, que compartió el padre Crisóstomo de la Iglesia Ortodoxa griega: “Todo ciudadano colombiano tiene derecho a creer y a expresar públicamente su fe, pero el Viernes Santo de este año me tocó llamar al secretario de Gobierno departamental y el gobernador tuvo que llamar a la clínica, porque no permitían la entrada de ningún representante de la fe, los directivos se excusaban en el Covid-19, igual le ha pasado al reconocido padre Pacho en otro centro médico. Nosotros no vamos de visita, vamos a brindar una asistencia”.
Risaralda en conjunto con Cauca, Atlántico, Bogotá, Norte de Santander y Antioquia han hecho parte desde hace más de 10 años de los territorios en donde a través de la instalación de Mesas Interinstitucionales se reconoce garantiza la protección al trabajo de los líderes sociales y comunales que defienden los derechos humanos en sus comunidades.
Al acto de instalación que se llevó a cabo ayer en el auditorio del Centro Cultural Lucy Tejada asistieron los secretarios de gobierno de Risaralda y Pereira, el defensor Regional del Pueblo, representantes del Ministerio del Interior, Fiscalía, Unidad Nacional de Protección (UNP) y la Comisión de verificación de la ONU.
Llamó especialmente la atención el protagonismo de las mujeres en todos los ámbitos, cada que se pedía referencia por alguien que trabajara por los campesinos la respuesta era: es ella, si se quería saber por las víctimas del conflicto lo redireccionaban con una lideresa. Esto aparte de ayudar a los hombres, que son quienes han puesto el pecho tradicionalmente por las causas sociales y los muertos en mayoría, habla de esa necesidad intrínseca de buscar la protección de una madre, la necesidad de una sonrisa y una dulce voz que en el momento exacto puede convertirse en un grito de auxilio.
Por los campesinos de Pereira
En este encuentro de defensores de los Derechos Humanos llamó especialmente la atención un aparte el discurso del nuevo defensor de Risaralda: “Mi compromiso es propender y velar por la garantía de los derechos en esa Risaralda profunda”. A este entusiasmo del doctor Fustel Manyoma, se contrapone una anécdota en Pereira, donde no es tan profunda Risaralda, que compartió el padre Crisóstomo de la Iglesia Ortodoxa griega: “Todo ciudadano colombiano tiene derecho a creer y a expresar públicamente su fe, pero el Viernes Santo de este año me tocó llamar al secretario de Gobierno departamental y el gobernador tuvo que llamar a la clínica, porque no permitían la entrada de ningún representante de la fe, los directivos se excusaban en el Covid-19, igual le ha pasado al reconocido padre Pacho en otro centro médico. Nosotros no vamos de visita, vamos a brindar una asistencia”.
En defensa de las mujeres santarrosanas
Miller Landy Peláez es la abanderada del no a los diferentes tipos de violencia, porque así lo comenta: “No existe ningún ser humano que no haya sido violentado en alguna forma”. ella representa a la Red De Mujeres Nodo Santa Rosa de Cabal, son 50 activistas y defensoras que activan rutas de atención, dan conferencias sobre la Ley 1257 de 2008, reciben todos los casos de violencia de género, feminicidio, violencia intrafamiliar y violencia intrafamiliar de género. “Nuestro trabajo es hacerles saber que no están solas, porque desde la Pandemia se han disparado los casos, ellas se han empoderado y están denunciando”. El trabajo de Miller viene desde 2008, ella en carne propia sufrió discriminación y por eso se convirtió en la doliente de las mujeres, porque en la sororidad está la fuerza. Las mujeres en riesgo de ese municipio se pueden comunicar al 3218855305.“Es importante que las personas oprimidas sepan que no están solas. No permitan que nadie les diga que lo que hacen es insignificante”. Desmond Tutu.
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