Soñó, persistió y lo logró
Liliana Cardona Marín
¡Sí, hay puertas que se cierran! y si se cierran, se abren otras mucho mejores, les dijo con total convencimiento Carlos Andrés Quintana Morales, el deportista Olímpico, al auditorio repleto de jóvenes estudiantes del colegio Hugo Ángel Jaramillo, porque su historia profesional es precisamente un insistir constante en las metas que se propone alcanzar.
El sueño más grande en la vida de Quintana, era competir en los Juegos Olímpicos, pero varios factores eran viento en contra; desde pequeño patinaba, pero este deporte no estaba considerado olímpico, por lo que competía en el país y aunque obtuvo muchos logros seguía en la búsqueda de su gran meta.
“Yo también soy de colegio público como ustedes. Me gradué en el INEM de Pereira, nunca me tocó preocuparme de más, mis padres me ofrecieron diferentes opciones”, les contó el deportista y encadenó con su al triatlón en aquella búsqueda, recordó que en ese momento la natación le costó bastante, pero su contextura y capacidades estaban para dar la pelea en esa disciplina”.
Un día cualquiera con lágrimas en los ojos pensó ¿será que no lo voy a lograr? Entonces vio el comercial de los Juegos Olímpicos de Invierno y se dijo ‘esta puede ser la oportunidad’ y así fue. Una tía le regaló el pasaje para que llegara a Europa, allí tenía una ‘leve desventaja’, como él mismo lo refiere, y era la edad para empezar con las herramientas del invierno, pues los niños empiezan a practicar a los tres años y Carlos ya tenía más de 30.
Sin la ropa adecuada, alguna de ella prestada y con el tiempo preciso para clasificar representó a Colombia en los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing 2022.
1. Aprovechar el inglés que enseñan en el colegio.
2. Aprender todos los días cosas nuevas.
3. Rodearse de personas que valgan la pena.
4. Formarse muy bien.
5. Si pueden soñarlo, pueden lograrlo.
¡Sí, hay puertas que se cierran! y si se cierran, se abren otras mucho mejores, les dijo con total convencimiento Carlos Andrés Quintana Morales, el deportista Olímpico, al auditorio repleto de jóvenes estudiantes del colegio Hugo Ángel Jaramillo, porque su historia profesional es precisamente un insistir constante en las metas que se propone alcanzar.
El sueño más grande en la vida de Quintana, era competir en los Juegos Olímpicos, pero varios factores eran viento en contra; desde pequeño patinaba, pero este deporte no estaba considerado olímpico, por lo que competía en el país y aunque obtuvo muchos logros seguía en la búsqueda de su gran meta.
Un deseo escrito
El deportista les contó a los muchachos cómo el 5 de enero del año 2000, un instructor les pidió que escribieran en la primera hoja de un cuaderno el sueño que querían conseguir, Carlos Andrés plasmó allí asistir a los juegos y también siguió escribiendo en ese año lo bueno y lo malo, ese cuaderno quedó guardado por mucho tiempo. Un día lo tomó y abrió esa primera página, su sueño todavía estaba allí sin cumplir, cosa que lo motivó a trabajar mucho más.“Yo también soy de colegio público como ustedes. Me gradué en el INEM de Pereira, nunca me tocó preocuparme de más, mis padres me ofrecieron diferentes opciones”, les contó el deportista y encadenó con su al triatlón en aquella búsqueda, recordó que en ese momento la natación le costó bastante, pero su contextura y capacidades estaban para dar la pelea en esa disciplina”.
Lo logró
Un día cualquiera con lágrimas en los ojos pensó ¿será que no lo voy a lograr? Entonces vio el comercial de los Juegos Olímpicos de Invierno y se dijo ‘esta puede ser la oportunidad’ y así fue. Una tía le regaló el pasaje para que llegara a Europa, allí tenía una ‘leve desventaja’, como él mismo lo refiere, y era la edad para empezar con las herramientas del invierno, pues los niños empiezan a practicar a los tres años y Carlos ya tenía más de 30. Sin la ropa adecuada, alguna de ella prestada y con el tiempo preciso para clasificar representó a Colombia en los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing 2022.
Consejos para los visitantes de ExpoU.
1. Aprovechar el inglés que enseñan en el colegio.
2. Aprender todos los días cosas nuevas.
3. Rodearse de personas que valgan la pena.
4. Formarse muy bien.
5. Si pueden soñarlo, pueden lograrlo.
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