La alegría, la recocha, la sencillez que caracterizaban a Anderson Steven Marín Salazar, quedarán en la memoria de todos sus amigos y famil...
La alegría, la recocha, la sencillez que caracterizaban a Anderson Steven Marín Salazar, quedarán en la memoria de todos sus amigos y familiares, quienes aún están consternados con su muerte, nunca imaginaron que este le fuera a poner fin a su vida.
¿Qué pasó?
Ensalada, como era conocido Anderson por todos sus amigos, era de la ciudad de Pereira y hace 9 años se radicó en el municipio de Anserma, Caldas, donde laboró como conductor de vehículos de servicio público. El hombre de 31 años fue encontrado muerto en la madrugada del lunes 15 de agosto en el barrio La Pradera, sector conocido como Los Sauces.
Se conoció que Stiven llamó en la noche del lunes a una de sus mejores amigas a despedirse de ella; la mujer angustiada por lo que fuera a hacer Ensalada salió corriendo para su casa, pero al llegar a su apartamento lo encontró sin vida, por lo que dio aviso a las autoridades policiales.
Todos los amigos y el gremio transportador quedaron impactados con la noticia de su muerte, pues siempre, hasta el último día, demostró su alegría, no lo notaron deprimido, tampoco le conocieron problemas, incluso siempre quedó con una buena relación con las mamás de sus hijos.
Su vida
Anderson era natural de Pereira, vivió la mayor parte de su infancia y adolescencia en la vereda la Gramínea, estudió en el colegio José Antonio Galán, tenía dos hijos de 9 y de un año y era el mayor de dos hermanos. Laboraba como conductor de un taxi y campero afiliado a la Cooperativa de Transportadores y cubría la ruta hacia la vereda Conchari.
Ensalada, como era conocido Anderson por todos sus amigos, era de la ciudad de Pereira y hace 9 años se radicó en el municipio de Anserma, Caldas, donde laboró como conductor de vehículos de servicio público. El hombre de 31 años fue encontrado muerto en la madrugada del lunes 15 de agosto en el barrio La Pradera, sector conocido como Los Sauces.
Se conoció que Stiven llamó en la noche del lunes a una de sus mejores amigas a despedirse de ella; la mujer angustiada por lo que fuera a hacer Ensalada salió corriendo para su casa, pero al llegar a su apartamento lo encontró sin vida, por lo que dio aviso a las autoridades policiales.
Todos los amigos y el gremio transportador quedaron impactados con la noticia de su muerte, pues siempre, hasta el último día, demostró su alegría, no lo notaron deprimido, tampoco le conocieron problemas, incluso siempre quedó con una buena relación con las mamás de sus hijos.
Su vida
Anderson era natural de Pereira, vivió la mayor parte de su infancia y adolescencia en la vereda la Gramínea, estudió en el colegio José Antonio Galán, tenía dos hijos de 9 y de un año y era el mayor de dos hermanos. Laboraba como conductor de un taxi y campero afiliado a la Cooperativa de Transportadores y cubría la ruta hacia la vereda Conchari.
.jpg)
COMENTARIOS