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Hay varios incumplimientos en Sauces 4

Liliana Cardona Marín

Los barrios en Pereira sufren no solo por los problemas propios, sino por la falta de atención a estos requerimientos desde las diferentes dependencias de la alcaldía municipal, como si fuera poco ahora también padecen el incumplimiento de lo que se programa o prometen solucionar y no hay nadie que se apersone de dar una respuesta oportuna a la comunidad y tampoco a la prensa.


Este es el punto donde deberían estar construídos hace por lo menos dos años los reductores de velocidad.


Ni radicando en la 115

Son seis las luminarias que se encuentran apagadas desde hace cinco y tres meses, más otra que está intermitente y afecta el descanso nocturno de los vecinos. Son muchas las llamadas que Octavio Álvarez presidente de la Junta de Acción Comunal de Sauces 4 ha hecho: “Tengo en mi poder el radicado con los números de poste que he reportado, pero no pasa nada. Lo peor es que los vecinos ya me han dicho que en la calle 73 bis con carrera 34, se volvió un atracadero después de la medianoche por falta de iluminación”.




Otro asunto es que una de las luminarias parece fruto de uno de los árboles del lugar. Está a punto de ser tapada del todo por la vegetación y cuando la cuadrilla de parque estuvo hace poco, les aseguraron que ya seguían con ese árbol, pero se fueron y lo dejaron así.


Sin resaltos y un hundimiento

La petición de la necesidad de la instalación de dos resaltos, uno en la carrera 35 frente a Sauces 3 y 4, y otro en la calle 72 bis con carrera 35, data desde 2017. En la dirección de Sergio Trejos se visibilizó esta necesidad y dieron el visto bueno para que la Secretaría de Infraestructura iniciara las obras, pero esta es la hora en que en el lugar no hay nada construído y lo peor es que los vecinos deben soportar el alto tráfico por esa zona, ya que se volvió muy fácil para los conductores acortar camino desde el centro hacia los 2.500 lotes y viceversa, cuando deberían hacerlo por encima.




Casi al final de la calle 72, antes de llegar a la parroquia Jesús, el buen pastor, dos losas están en tan mal estado que una ha bajado varios centímetros y la otra está hecha pedazos, lo que causa que en los aguaceros se llene de agua, causa accidentes en moto y se empieza a filtrar aseguran los residentes de Sauces 4.


¡Cuidado con el matorral!

La canalización de la quebrada El Oso, que pasa por el barrio resultó ser un trabajo eficaz pues ya no se inundan. No hace mucho tiempo el mantenimiento que Aguas y Aguas hacía de la maleza que crece alrededor de la malla también era eficiente, pero de un momento a otro pasó de cada dos meses, a cada tres, hasta que un día no volvieron más.




Se habla específicamente del terreno contiguo al templo, en ese lugar también quedaron ubicadas dos recámaras para el tratamiento de las aguas negras del sector, pero como dice el presidente de la Junta: “Llega a haber una emergencia y no hay cómo encontrar esas alcantarillas para destapar el daño. Aparte de eso hay unas culebras miedosas por ahí”. En las imágenes se ve que justo en ese espacio enmontado fue construído el parque infantil, y si lo de las serpientes es como lo narra el señor Álvarez, ¿quién se responsabiliza de la seguridad de los niños?


¿Paradero y parqueadero a la vez?

Otra situación irregular se presenta en este lugar. La bahía para que las busetas y los alimentadores paren a recoger los pasajeros se encuentra totalmente invisibilizada a causa de otros vehículos que lo tomaron como parqueadero permanente, como se observa en la fotografía.



Tierra fértil en el sumidero

Como dicen las abuelas ‘mirá lo prendida que está esa matica’, así mismo pasa en la alcantarilla de la calle principal de Sauces 3 y 4, hace tanto tiempo no le hacen mantenimiento a la misma, que hay grandes y frondosas matas que ya están a punto de salir por la reja y obviamente impiden que el agua lluvia evacúe correctamente.



Inservibles parte 33 ⅓

De la epidemia de los residuos de gran tamaño que no se puede llevar el camión en su recorrido habitual no se escapa ningún lugar de Pereira y Dosquebradas. No se sabe si es que la población desconoce que puede llamar para que le recojan o las campañas en este sentido deben revisarse para que de verdad sean efectivas, ya que los vecinos aseguran que pasan cada seis días, pero que más se tardan en recoger que los ciudadanos en volver a llenar y lo que agrava el asunto son las bolsas pequeñas con residuos ordinarios que se le ponen al lado al inservible.







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