Tristeza para los familiares de Brayan Felipe Vidal Blandón, que en la noche del sábado recibieron la noticia de su muerte; ellos trataron d...
Tristeza para los familiares de Brayan Felipe Vidal Blandón, que en la noche del sábado recibieron la noticia de su muerte; ellos trataron durante años y de todas las formas, de alejarlo del mundo de las drogas, por desgracia no lo lograron.
El hombre de 30 años, a quien le decían el Zarco, fue atacado a bala por desconocidos, en el barrio San Vicente, sector de las escaleras; con él estaba un amigo identificado como Jonatan Soto Sánchez de 28 años y su novia Carolina, quienes fueron remitidos al hospital san Jorge de Pereira, donde ambos están en estado crítico.
A bala
Según la familia de Brayan, él solía ‘parcharse’ con sus amigos en el sector de las escaleras, carrera 13 con calle 21, allí desconocidos atacaron al grupo y huyeron.
Este ataque ocurrió a las 10:35 de la noche y debido a las restricciones por el toque de queda y la lluvia, las calles estaban muy solas, así que fue difícil conseguir el vehículo que los llevara al centro asistencial.
Informaron testigos del acontecimiento que Brayan anduvo por la zona buscando ayuda, pese a que sus lesiones en el tórax eran muy delicadas.
Los heridos llegaron al hospital San Vicente de Paúl y de allí los remitieron a Pereira, por desgracia el Zarco no soportó los balazos y a las 11:40 dejó de respirar.
La noticia
El Zarco era un joven muy conocido en Santa Rosa, se dedicaba a reciclar y siempre vivió en el San Vicente; un amigo al enterarse de lo ocurrido corrió a la casa de los hermanos de Brayan y les informó que estaba herido.
Varios de ellos se trasladaron al sitio, pero ya lo habían levantado al hospital; cuando llegaron al centro médico, les informaron que iba en camino al San Jorge y al arribar a este hospital, recibieron la noticia de su deceso.
Siempre lo ayudaron
Vidal Blandón pertenecía a una numerosa familia conformada por siete hermanas y dos hermanos, él era de los más jóvenes. Dicen sus allegados que el reciclaje era su forma de sostenimiento y no le hacía daño a nadie. Si bien no vivía en la casa familiar, allá siempre era bien recibido, le daban la comida y le arreglaban la ropa. No saben los motivos del crimen.
El hombre de 30 años, a quien le decían el Zarco, fue atacado a bala por desconocidos, en el barrio San Vicente, sector de las escaleras; con él estaba un amigo identificado como Jonatan Soto Sánchez de 28 años y su novia Carolina, quienes fueron remitidos al hospital san Jorge de Pereira, donde ambos están en estado crítico.
A bala
Según la familia de Brayan, él solía ‘parcharse’ con sus amigos en el sector de las escaleras, carrera 13 con calle 21, allí desconocidos atacaron al grupo y huyeron.
Este ataque ocurrió a las 10:35 de la noche y debido a las restricciones por el toque de queda y la lluvia, las calles estaban muy solas, así que fue difícil conseguir el vehículo que los llevara al centro asistencial.
Informaron testigos del acontecimiento que Brayan anduvo por la zona buscando ayuda, pese a que sus lesiones en el tórax eran muy delicadas.
Los heridos llegaron al hospital San Vicente de Paúl y de allí los remitieron a Pereira, por desgracia el Zarco no soportó los balazos y a las 11:40 dejó de respirar.
La noticia
El Zarco era un joven muy conocido en Santa Rosa, se dedicaba a reciclar y siempre vivió en el San Vicente; un amigo al enterarse de lo ocurrido corrió a la casa de los hermanos de Brayan y les informó que estaba herido.
Varios de ellos se trasladaron al sitio, pero ya lo habían levantado al hospital; cuando llegaron al centro médico, les informaron que iba en camino al San Jorge y al arribar a este hospital, recibieron la noticia de su deceso.
Siempre lo ayudaron
Vidal Blandón pertenecía a una numerosa familia conformada por siete hermanas y dos hermanos, él era de los más jóvenes. Dicen sus allegados que el reciclaje era su forma de sostenimiento y no le hacía daño a nadie. Si bien no vivía en la casa familiar, allá siempre era bien recibido, le daban la comida y le arreglaban la ropa. No saben los motivos del crimen.
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