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Triste Navidad pasará la familia del Coste

Las ilusiones que tenía la familia Soto Ramírez de celebrar la Nochebuena y el cumpleaños de su ser más amado, quedaron hechas trizas al mediodía de ayer. Decenas de ciudadanos fueron testigos del llanto y los desgarradores gritos de la madre que se encontró con la escena de la muerte de su hijo.



A las 11:30 de la mañana de ayer, Andrés de Jesús Soto Ramírez, de 22 años de edad, perdió la vida instantes después de colisionar contra un articulado de Megabús en la calle 12 con carrera sexta de Pereira.

En vídeos de cámaras de seguridad de la zona, se observa cuando el Costeño, como era conocido Andrés, desciende a gran velocidad por la calle 12 hacia la carrera sexta en su motocicleta Suzuki GSX-R150 de color azul.

Al llegar a la esquina, el joven no hizo caso a la señal de pare y se estrelló con el Megabús que en ese momento pasaba.

El cuerpo del Costeño quedó debajo del articulado que le pasó por encima.

Desgarrador

A los pocos minutos del fatal hecho arribaron al sitio los padres del Costeño, curiosos que se amontonaron en el lugar, presenciaron la desgarradora escena de los padres que gritaban y lanzaban sollozos viendo el cuerpo sin vida de su hijo debajo del bus.

Su vida

Andrés Soto Ramírez, era oriundo de la ciudad de Santa Marta y cumpliría 23 años el próximo 24 de diciembre, vivía con sus padres en el barrio El Japón de Dosquebradas.

El Costeño era aficionado a las motos y le gustaba asistir a los piques.

Andrés se desempeñó parte de su vida como mecánico de motos, también fue auxiliar de producción en Frisby y por la crisis de la pandemia desde hacía algunos meses había vuelto a los talleres de motos y laboraba en el barrio La Pradera.

Sus allegados y compañeros de trabajo lo recuerdan como un joven jocoso, extrovertido y risueño, a quien le gustaba hacer bromas.

Andrés había salido en su moto a recoger un repuesto cuando sufrió el accidente.

Según las autoridades, el siniestro ocurrió por exceso de velocidad.


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