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Murió un líder de La Pradera

En todos los barrios siempre existe uno o varios personajes representativos, que se convierten en íconos por su liderazgo y actividades que promueven. Hoover Salazar Noreña, más conocido como Jaime, vivió gran parte de su vida en Dosquebradas, especialmente en La Pradera, para tristeza de quienes lo conocieron, Jaime falleció luego de padecer una enfermedad; hoy sus amigos y familiares quieren rendirle un homenaje.


Familia

Jaime hizo de todo un poco en su vida, fue desde conductor, hasta comisionista. Debido a sus trabajos, comenzó a tener muchos amigos y conocidos, también tuvo una familia muy grande, pues al parecer sus dotes de conquistador lo llevaron a tener varias historias amorosas.

Así lo recuerda su hija Yuliana Salazar: “mi abuela cuando fue a bautizar a mi papá le iba a poner el nombre de Jaime Hoover Salazar Noreña, pero como en ese tiempo había tantos enredos con los trámites, le quitaron el nombre de Jaime, a pesar de eso, ella lo siguió llamando así, y él también adoptó ese nombre, por eso todos lo conocen como Jaime. Mi papá tuvo dos hogares, y un corazón muy grande, de su primer matrimonio tuvo como 6 hijos, y en el segundo con mi mamá solo yo, pero sabemos que son más hijos, conocidos 10, pero creemos que esa cifra podría aumentar.

Labor

Don Jaime realizó muchos trabajos, era un líder innato y por eso trajo desarrollo y alegría a Dosquebradas. “De todas sus labores, una de ellas fue traer progreso al barrio La Pradera, junto a varios familiares crearon algunos negocios al sector. En un principio trabajó en la gobernación de Risaralda como conductor, e incluso en varias ocasiones le trabajo al ex presidente César Gaviria Trujillo.

Posteriormente ya con un plante, empezó a realizar negocios propios, es así como en La Pradera visitaba de arriba abajo varios establecimientos y ya todos lo conocían. Incluso no solo la gente de su edad, también jóvenes lo buscaban para charlar con él, y que les contará algunos cuentos, los hacía reír a todos. Por eso hoy que despedimos a mi papá se siente el vacío, porque él se convirtió en uno de esos personajes que todos esperaban para pasar el tiempo”.

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