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Ahora pedalea con Dios

Conmocionados y muy tristes se encuentran familiares, empleados del Hospital Universitario San Jorge y un gran número de ciclistas y clubes de ciclismo de Risaralda, pues en la noche del domingo las autoridades confirmaron la muerte de Francisco Javier Ospina Castañeda, quien había sido reportado como desaparecido el sábado 29 de agosto. 


La muerte de Javier deja un gran vacío y una profunda tristeza en todos aquellos que lo conocieron, quienes lo recuerdan como a un gran ser humano, un hombre sencillo, servicial, amable, sonriente, gran padre y esposo.

En redes sociales los allegados de Javier lamentan su pronta partida y desean que ahora esté “pedaleando con Diosito”.


Viaje sin regreso

A las 4:30 de la mañana del sábado, Javier salió de su vivienda ubicada en el Parque Industrial, con destino al Nevado del Ruíz para realizar la ruta El Cóndor.

Ciclistas que hacían la misma ruta, manifestaron a los guardaparques que durante el recorrido Javier se perdió y no lo volvieron a ver; a las 9:00 de la noche de ese mismo día, la esposa del hoy occiso lo reportó como desaparecido ante la Policía.

En redes sociales amigos y clubes de ciclismo volvieron viral la foto de Javier en la que manifestaron su preocupación por la desaparición del hombre.


Lo encontraron

El pasado domingo guardaparques del Parque Nacional Natural los Nevados encontraron a Javier en el sector conocido como El Cisne, el cual no está habilitado, es solitario y mucho más frío que otras zonas de la ruta.

Uniformados de la Sijín de Manizales se desplazaron hasta el Parque Nacional Natural los Nevados para realizar la inspección técnica al cadáver y al lugar de los hechos, allí establecieron que Javier no presentaba signos de violencia y a su lado se encontraban todas sus pertenencias, incluida la bicicleta.

 Su vida

Según su hijastra Lina, Javier tenía 44 años, tenía un hijo de nombre Santiago y vivía con su esposa en el Parque Industrial.

Desde muy joven practicaba ciclismo de montaña y participaba en competencias nacionales, a las que lo acompañaba su esposa.

Trabajó en el almacén del hospital San Jorge y sus compañeros lo recuerdan como un gran ser humano.


DATO


Javier murió de causa natural, un infarto apagó su corazón.

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