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Vuelve a sonar la fumigación desde avionetas

Ni un día de tregua nos da la ola de violencia que azota a nuestro país. Esta vez, el lugar de los lamentables hechos fue el municipio de Venecia, en el sur del departamento de Antioquía.

Cinco hombres se encontraban departiendo en una de las calles del pueblo, cuando dos hombres vestidos de negro y con sus caras cubiertas abrieron fuego contra ellos. El resultado: tres personas muertas y dos heridas. Dentro de los occisos se reportó un menor de 15 años, identificado como Juan David Mesa Toro.




Urgidos por la situación de inseguridad del país, el Gobierno ha comenzado a tomar medidas para resolver este problema. De hecho, ayer el ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, anunció la creación de la Unidad Especial de Identificación, Ubicación y Judicialización de Perpetradores de Homicidios Colectivos. 

Bajo esa misma línea, el Ministro anunció que el Gobierno persigue la meta de erradica 130.000 hectáreas de cultivos ilícito puesto que el tráfico de estupefacientes, en opinión del alto funcionario, es uno de los principales músculos financieros que alimentan la violencia en el país.

Dicha erradicación, según el consejero presidencial Rafael Guarín, debe hacerse en la modalidad de aspersión área; es decir, rociando herbicidas a los cultivos de coca desde avionetas. A continuación le contamos detalles de esta polémica práctica.

La aspersión ha mostrado sus efectos positivos. Es una necesidad, toda vez que necesitamos avanzar y hay en ella una eficiencia probada”.

¿Qué es la aspersión aérea?

Q’HUBO habló con un ingeniero agrónomo, cuya identidad quisomantener en reserva, para conocer más detalles sobre esta técnica de erradicación de cultivos. Se trata de un método en el cual se usan avionetas pequeñas de un solo piloto. A estas aeronaves se les equipa con unos tubos que se conectan a
una fuente dentro del avión, en la cual se encuentra el químico que mata la planta de coca. A esa fuente se le llena con glifosato y una serie de minerales que hacen que las gotas de este químico sean más pesadas en su caída libre cuando son rociadas en los cultivos ilícitos, permitiendo que los químicos caigan sobre las plantaciones que son y no se vayan a otras que estén cerca. Aunque la técnica existe para disminuir los riesgos de la fumigación, el experto nos aseguró que siempre habrán vientos cruzados que llevan el líquido regado desde el aire a zonas no contempladas en el operativo, lo que a la larga deriva en problemas ecológicos y de salud. Existe también la fumigación terrestre; es decir, la aplicación de este químico por personas con aspersores en tierra. Este proceso elimina las impresiones de la técnica área, pero expone a los fumigadores a ataques de grupos ilegales que estén protegiendo los cultivos en la zona.

Glifosato

También charlamos con el ingeniero agrónomo  Octavio Torres (foto), presidente de Ambyagro,
empresa dedicada a este tipo de servicios agroindustriales. Él nos explicó que “el glifosato es un herbicida (mata plantas) desarrollado por Monsanto (empresa gringa). Es usado como herbicida en numerosos cultivos, incluso como defoliante (proceso de caída en las hojas de la planta) en cultivos de
caña para acelerar su maduración”.

El lado oscuro del pesticida 

El experto Torres afirma que: “si bien la OMS lo considera como  un agente cancerígeno, existe mucha polémica al respecto hasta el punto que en muchos países se está autorizado su uso, siempre y cuando se apliquen algunos protocolos de seguridad en su utilización. Sus efectos sobre el medio ambiente también han creado fuertes discusiones, ya que por ser un herbicida de amplio espectro su efecto es dañino para cualquier tipo de planta y, por ende, se constituye un enemigo de la biodiversidad y seguridad alimentaria de las regiones donde se aplica”. También conversamos con
John Agudelo, gerente de una empresa pereirana dedicada a las labores de fumigación. Para él, el
glifosato es un agente químico peligroso que provoca mutaciones genéticas y cáncer en las personas
que tienen contacto con este.

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