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El buen corazón ha quedado evidenciado durante la pandemia

Andrea Ruiz es una joven comunicadora a quien le encanta hacer labor social, incluso ha hecho varios voluntariados en diferentes países. Esta vez ver a su alrededor tanta necesidad, sobre todo en sectores de Dosquebradas y Pereira que han sido abandonados, la motivó a poner su granito de arena para amenizar un poco la situación. “Vimos a muchas personas que se quedaron sin trabajo, por eso se me ocurrió la idea de adoptar a un vendedor. Invité a que los vendedores ambulantes y madres cabeza de hogar me escribieran, quienes tenían más dificultades y también hice una convocatoria para que los ciudadanos que tuvieran la forma nos ayudarán para conseguir fondos y así darles mercados a estas personas”.


Trabajo
Según Andrea, la tarea para conseguir las donaciones no fue fácil, pues las personas que necesitan ayuda son muchas, y los colaboradores pocos. “Al principio fue duro la organización, la logística, pero siempre aparecen ángeles; mientras se cotizaba y se organizaba todo, dos vecinos de donde vivo, Sebastián Facundo y Juan Felipe Obregón, fueron los encargados de ayudarme y lograr que toda esta actividad se cumpliera. También apareció una persona que hace mucho conocía y nos colaboró con lo que faltaba para entregar todos los mercados”.



Reflexión
Para Ruiz este tipo de acciones a pesar de ser reiterativas por estos días, deben seguir multiplicándose, pues a veces se puede creer que son pequeñas, pero lo que se logra es realmente grande. “Más que resaltar la labor que hacemos, porque al final del día hay varia gente que está haciendo lo mismo, es felicitar a aquellos que de alguna forma colaboraron, también a los que pidieron ayuda, porque pedir un auxilio ante una crisis tampoco es fácil.

Cada mercado costó al rededor de 20.000 pesos, eso se lo gasta uno en ¿cuántas cervezas en una sola noche? y ver la felicidad de esas familias al recibir cada mercado, nos hace pensar mucho sobre lo maravillosa que es nuestra vida frente a otras realidades tan difíciles, todo lo que tenemos alrededor, cada que despertamos y hay una oportunidad de hacer las cosas bien, de hacer las cosas diferentes y mejores para alguien. En qué en medio de todo hay esperanza, hay muchísima gente buena, hay gente valiente que resiste con todas sus fuerzas y con tanto amor ante esta situación. Definitivamente hay afuera un mundo mejor de lo que parece”.


Cifra
346 mercados se entregaron


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