Por estos días muchas personas se han puesto la 10 y están aportando su granito de arena en la lucha contra la COVID-19 en Colombia, desde ...
Por estos días muchas personas se han puesto la 10 y están aportando su granito de arena en la lucha contra la COVID-19 en Colombia, desde sus conocimientos y posibilidades. Ese es precisamente el caso de un grupo de nueve investigadores antioqueños que decidieron crear un robot, el cual les permite a los profesionales de la salud atender a pacientes contagiados sin tener un contacto directo, siempre y cuando no sea estrictamente necesario. Q’HUBO habló con Édgar Rico, quien dirige este proyecto, y acá le contamos de qué se trata.
En marzo, previamente a la cuarentena, este grupo de investigadores se dio cuenta que en algunos países como China o Corea estaban usando la tecnología para apoyar al sector salud, así que el tema les llamó tanto la atención, que se reunieron para encontrar la manera de poder aportar su granito de arena en la lucha contra la emergencia sanitaria en Colombia, desde sus conocimientos. Inicialmente, pensaron en hacer un robot para distribuir alimentos y medicamentos, pero se dieron cuenta, gracias también al apoyo que les ha brindado la Clínica Universitaria Bolivariana (UPB) en Medellín, que la telemedicina requiere de una ayuda vital en este momento. Así empezó este proyecto.
Palabras del director del proyecto
“La intención es que el robot reemplace al médico. La famosa ronda que hace el médico por pabellones, lo hará este robot. El médico va a dirigir a este robot a control remoto, aunque también puede hacerlo de manera autónoma, y cuando ve al paciente, el profesional de la salud puede escucharlo y hablar con él, como a través de una videollamada”, le aseguró a Q’HUBO Édgar Rico, director de este proyecto de investigación robótica.
Ya es un prototipo funcional
A este robot, que han llamado Gacipe en honor al grupo de investigación, lo empezaron a crear el 1° de abril. La primera semana se trabajó en todo lo que tiene que ver con el diseño mecánico, estructural, electrónico y de programación, la segunda semana fue de construcción, la tercera semana se realizó una evaluación técnica para analizar los resultados del robot ya en su funcionamiento, y esta última semana de abril estuvo enfocada a la parte operativa del robot, pero ya en terreno; es decir, desde el 22 de abril está en la Clínica Universitaria Bolivariana y desde ese momento se vienen adelantando los últimos preparativos para que el robot sea usado de lleno en la atención de pacientes con COVID-19.
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