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Luego de un mes de sufrir un accidente murió


Un llanto de impotencia, dolor y desesperación es el que manifiesta Diana Milena Grisales Giraldo por la muerte de su hijo de 20 años de edad; y no solo llora por el deceso, también por el trato que ella dice que recibió por parte del personal médico que los atendió, piensa que si las cosas hubieran sido diferentes tal vez su hijo aún estuviera vivo.

José Fernando Grisales Giraldo, fallecido. 

El accidente
El 29 de febrero a las 11:00 de la noche, en el barrio San Fernando de Cuba, cerca a Estación de servicio, José Fernando Grisales Giraldo chocó contra un separador; personal de la bomba lo ayudó y llamó a una ambulancia que lo trasladó al hospital San Jorge, este joven tuvo que ser reanimado y llevado a la Unidad de Cuidados Intensivos.

Minutos antes del accidente, Fernando salió de su vivienda en el barrio Cuba y le dijo a su madre que iba para la casa de la novia, como a veces se quedaba durmiendo allá, para ella no fue raro que no volviera en la noche. Al día siguiente en la mañana lo llamó y después de varios intentos le contestaron, le contaron que su hijo estaba en el hospital; hasta que no llegó allí no se dio cuenta de la gravedad del joven.


Para otra clínica
Según la madre, hasta el 10 de marzo lo tuvieron en este centro médico pero al no tener convenio con su EPS no podían realizar las intervenciones que necesitaba, además ya se había acabado la plata del SOAT de su moto.

El 10 de marzo lo trasladaron para la clínica Megacentro Pinares y 4 días después le hicieron las intervenciones que necesitaba. El 14 de marzo, dice Diana Milena, que lo llevaron a hospitalización y el 24 un médico le dijo “médicamente ya hicimos lo que pudimos” y se lo entregaron para que se lo llevara para su casa.

Lo atendieron con amor
Dice Diana Milena que los cuidados que había que tener con José Fernando no podían realizarse en casa, ni ella sabía cómo hacerlos, curaciones que necesitaban un cuidado que solo los empleados de la salud sabían hacer.

Dice esta mujer que el amor de madre fue el único que no la dejó caer, con todo el amor que tenía por su hijo y con la ayuda de sus familiares consiguió cómo tener en la casa la cama de Fernando y algunos de los elementos que necesitaba ya que la EPS nunca le entregó los pañales y tampoco fueron a visitarlos los médicos como prometieron.


Recaída mortal
Después de solo mover los ojos, dice Diana Milena que empezaba a mover un poco sus pies y sus brazos, pero el 1 de abril su hijo no respondía, un vecino le ayudó a llevarlo al hospital, ya que según Diana le dijeron que si su hijo se complicaba tenía que buscar en qué llevarlo porque ambulancias no tenían.

Al llegar a la clínica con su hijo sentado en una silla de ruedas, los detuvieron, le pidieron los papeles del joven a Diana y mientras pasaban los segundos, que según ella eran una eternidad viendo la condición de Fernando, les dijeron que él ya tenía el tope; ella no podía entender lo que pasaba, su hijo se estaba muriendo y no los dejaban entrar, sus gritos y el llanto llamaron la atención de varios médicos que llegaron allí y entraron a Fernando, sin embargo minutos después a Diana Milena le dijeron que su hijo había llegado muerto.

La mujer le dijo a este medio, que quién le dice a ella si ese tiempo que perdieron en la puerta no fueron vitales para la vida de su hijo.

¿Muerte natural?
A la familia le entregaron el cuerpo del joven para que lo sepultara y cuando estaban en su sepelio se dieron cuenta de que en los papeles decía que su deceso había sido natural, los familiares de inmediato se comunicaron con la Fiscalía y pidieron que se investigara la muerte de Fernando, pues no fue natural. Hasta la funeraria donde estaba siendo velado este joven llegaron los funcionarios de Tránsito de Pereira y realizaron el levantamiento, en Medicina Legal determinarán las causas del fallecimiento.

Su vida
José Fernando no tenía un contrato de trabajo, sin embargo laboraba en una empresa donde construían todo tipo de rejas, ventanas y elementos en aluminio, era quien veía por su madre y sus dos hermanos menores. Le gustaban las motos y el sueño que tenía era trabajar duro para terminar de construir la casa de su madre. Era el alma de una familia de pocas personas, extrovertido y servicial.

Dato
“Esto no es justo, como juegan con la vida de las personas así, algunos me decían que mi hijo estaba evolucionando satisfactoriamente y otros me decían que ya habían hecho lo médicamente posible, yo guardaba la esperanza”

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