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De víctima de guerra a empresaria del campo


Blanca Celenia es una empresaria del campo y se desempeña como productora de cebolla larga en el municipio de Guática (Risaralda) en el predio Alto Bonito; esta mujer de tez blanca y ojos azules no solo es reconocida por ser más fuerte que la guerra que la golpeó, sino por su capacidad de resiliencia y porque cree en las segundas oportunidades.

Blanca comercializa la cebolla que produce en su finca en Antioquia y Risaralda.

Víctima de la violencia
El 30 de noviembre de 2003 es una fecha que siempre está presente en la mente de Blanca, pues el último martes de ese mes su vida cambió por completo. Ese día hombres armados pertenecientes a la guerrilla ingresaron a su predio y le pidieron a su esposo Luis, ir con ellos para hacer una diligencia, con tristeza en sus ojos celestes, Blanca recuerda que aunque no era la primera vez que esas personas le pedían a su esposo que transportara víveres en su camioneta, Luis no quería ir. “El ambiente se puso tenso y yo sentía que estos hombres le podían disparar en cualquier momento en frente de los niños, así que le pedí que fuera, traté de tranquilizarlo diciéndole que no se demoraría y que aquí lo estaríamos esperando. Fue la última vez lo que vi”, contó Blanca sin lograr ocultar en su rostro la tristeza que trae para ella el recordar uno de los días más difíciles de su vida.

Luego de que su esposo se fuera, otros hombres se llevaron a Blanca y a sus dos hijos para unos cambuches donde pasaron una eterna y fría noche, después de eso los guerrilleros le permitieron a la mujer y sus niños volver al predio donde esperaron durante mucho tiempo el regreso de Luis.


Viaje sin regreso
“Yo le guardaba a él la comida todas las noches, pero el plato amanecía intacto. Él jamás llegó. Al mes me mandaron decir que fuera al cambuche que me tenían una razón. Justo antes de terminar el año me dijeron sin anestesia y con la frialdad que los caracterizaba: «Señora, ya no lo espere más, que a él lo fusilamos»”, relata Blanca quien sigue esperando que le entreguen el cuerpo de su esposo para darle cristiana sepultura.


El despojo
Aunque después de la dolorosa noticia Blanca continuó llevando las riendas del hogar, dos años más tarde los guerrilleros la despojaron a ella y a sus hijos de la finca, los cultivos de cebolla y granadilla que por tanto tiempo le habían dado sustento quedaron abandonados y la casa en ruinas.

Nueve campesinos que fueron víctima de la violencia, trabajan en la producción de cebolla larga.
Renacer
Luego de casi 10 años y gracias al fallo de la Unidad de Restitución de Tierras-URT, en noviembre de 2014, Blanca y sus dos hijos regresaron a casa.

Con el apoyo de la URT, esta familia del campo inició su proyecto productivo en el que además le brinda empleo a nueve campesinos de la zona, que al igual que ellos fueron víctimas de la violencia.

Con este equipo de trabajo que siempre busca salir adelante, Blanca y los nueve campesinos que la apoyan cosechan entre 200 y 300 arrobas de cebolla larga por semana.

Contó Blanca que en su día a día “me levanto, hago oficios de la casa, le dejo el almuerzo a mis hijos y me voy a la finca a darle una vuelta a los trabajadores y a los cultivos. Voy hasta el predio tres veces por semana, pero la mayoría del tiempo estoy vendiendo el producto a los clientes en las plazas de mercado de Medellín y Belén de Umbría”.


Recuperaron sus predios
60 familias residentes en los municipios de Apía, Belén de Umbría, Dosquebradas, Guática, La Celia, Pereira, Pueblo Rico, Quinchía y Santuario han recuperado sus predios a través de la Unidad de Restitución de Tierras.

Proyectos
Hasta la fecha, la Unidad de Restitución de Tierras ha invertido $1.137.305.445 millones en proyectos productivos de ganadería, porcicultura, cultivos de café, cacao, aguacate, tomate y cebolla en la región cafetera.


DATO
Risaralda ocupa el tercer puesto en la lista de los principales departamentos productores de cebolla larga en el país

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