Fueron las seis de la tarde de un viernes cualquiera, pero la noticia cayó como un baldado de agua fría en Quintas de Aragón. En una casa do...
Fueron las seis de la tarde de un viernes cualquiera, pero la noticia cayó como un baldado de agua fría en Quintas de Aragón. En una casa donde sonaban los planes de boda y los sueños de familia, la tristeza se coló sin aviso.
El hallazgo
El 7 de noviembre, hacia las 6:10 de la tarde, una llamada al 123 alertó sobre una mujer sin signos vitales dentro de una vivienda en la manzana 4 casa 16 del barrio Quintas de Aragón. Cuando la patrulla llegó, hallaron a Yésica Alexandra Arroyave Ospina, de 32 años, en el suelo boca arriba en la sala, vestida con una pijama blanca de manga larga, descalza y sin señales de violencia.
Su pareja, Cristian Fernando Hincapié Valencia, contó que esa mañana hablaron antes de que él saliera a trabajar. Todo parecía normal, dijo. Pero en la tarde, al regresar, la encontró en el suelo sin vida. Al principio, pensaron que había muerto de manera natural, pues meses atrás había enfrentado una dura batalla contra el cáncer.
La verdad detrás del silencio
Luego encontraron varios blister de pastillas antidepresivas vacías y una nota escrita por ella misma donde se despedía y pedía perdón. Al parecer desde hace dias le decía a su prometido con el que ya vivía que, no quería vivir más. Según Cristian, Yésica había tenido recaídas emocionales, sufría de depresión, ansiedad y tomaba medicamentos para dormir. “No consumía drogas, pero fumaba mucho y estaba en tratamiento con psiquiatra”, agregó su compañero.
El levantamiento
El Cuerpo Técnico de Investigación, realizó la inspección del sitio y trasladó el cuerpo a Medicina Legal para la necropsia correspondiente. La Fiscalía se llevó las notas y el celular de ella.
Reflexión
Este caso vuelve a poner sobre la mesa la urgencia de hablar de salud mental. En una sociedad donde muchos se ponen una sonrisa para ocultar la tristeza, historias como la de Yésica recuerdan que la depresión no siempre grita, a veces solo se despide en silencio.
Dato
Cada vez son más los casos de personas que aparentan estar bien, pero cargan una batalla interna que no se nota. La salud mental sigue siendo un tema al que pocos le prestan atención… Hasta que es demasiado tarde.
El 7 de noviembre, hacia las 6:10 de la tarde, una llamada al 123 alertó sobre una mujer sin signos vitales dentro de una vivienda en la manzana 4 casa 16 del barrio Quintas de Aragón. Cuando la patrulla llegó, hallaron a Yésica Alexandra Arroyave Ospina, de 32 años, en el suelo boca arriba en la sala, vestida con una pijama blanca de manga larga, descalza y sin señales de violencia.
Su pareja, Cristian Fernando Hincapié Valencia, contó que esa mañana hablaron antes de que él saliera a trabajar. Todo parecía normal, dijo. Pero en la tarde, al regresar, la encontró en el suelo sin vida. Al principio, pensaron que había muerto de manera natural, pues meses atrás había enfrentado una dura batalla contra el cáncer.
La verdad detrás del silencio
Luego encontraron varios blister de pastillas antidepresivas vacías y una nota escrita por ella misma donde se despedía y pedía perdón. Al parecer desde hace dias le decía a su prometido con el que ya vivía que, no quería vivir más. Según Cristian, Yésica había tenido recaídas emocionales, sufría de depresión, ansiedad y tomaba medicamentos para dormir. “No consumía drogas, pero fumaba mucho y estaba en tratamiento con psiquiatra”, agregó su compañero.
El levantamiento
El Cuerpo Técnico de Investigación, realizó la inspección del sitio y trasladó el cuerpo a Medicina Legal para la necropsia correspondiente. La Fiscalía se llevó las notas y el celular de ella.
Reflexión
Este caso vuelve a poner sobre la mesa la urgencia de hablar de salud mental. En una sociedad donde muchos se ponen una sonrisa para ocultar la tristeza, historias como la de Yésica recuerdan que la depresión no siempre grita, a veces solo se despide en silencio.
Dato
Cada vez son más los casos de personas que aparentan estar bien, pero cargan una batalla interna que no se nota. La salud mental sigue siendo un tema al que pocos le prestan atención… Hasta que es demasiado tarde.

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