Durante un año la Fiscalía 5 Especializada del Gaula y el Gaula de la Policía de Pereira investigaron para desmantelar una banda que, al par...
Durante un año la Fiscalía 5 Especializada del Gaula y el Gaula de la Policía de Pereira investigaron para desmantelar una banda que, al parecer, se dedicaba a extorsionar a los conductores informales que trabajaban en la zona de la plaza cívica Ciudad Victoria. Según las autoridades, serían presuntos integrantes de La Cordillera y exigía pagos diarios y semanales a los choferes que cubrían las rutas hacia Guacarí y Samaria, bajo amenazas de muerte y agresiones físicas si no cumplían con las ‘vacunas’.

¿Qué pasó?
Las investigaciones arrancaron el 24 de febrero de 2024, luego de múltiples denuncias de conductores que afirmaron ser víctimas de cobros extorsivos. Según las víctimas, los delincuentes imponían una tarifa de $5.000 diarios por despacho desde el Victoria y $20.000 semanales para quienes trabajaban las rutas de Guacarí y Samaria. Quienes no pagaban eran agredidos: les rompían los parabrisas, les estallaban las llantas, les robaban el dinero, los celulares o incluso les retenían los vehículos hasta que se pusieran al día.
Los presuntos responsables fueron identificados como Juan David Usma Marín, alias Panda; Jhon Everson Jaramillo Acevedo, alias Mechas; Luis Felipe Aranzales Posada, alias Pipe; Carlos Andrés Aranzales Posada, alias el Mono; Giovanny Andrés Uribe Rodríguez, alias Totoy; Angélica Pineda Díaz; Lina Marcela Pineda Díaz; y Lady Katerin Montiel Camacho, todos señalados de pertenecer a la banda La Cordillera.

Les cayeron al Victoria
Las pesquisas revelaron que la banda se presentó ante los conductores asegurando que “venían a poner orden” en el sector. Desde entonces, controlaban quién podía o no trabajar frente al Victoria, entre las carreras 11 y 12 y las calles 16 y 18 de Pereira. Alias Panda sería el cabecilla, encargado de coordinar los cobros de la ruta Guacarí y amenazar a los conductores. Les decía que si no pagaban, no podrían volver a trabajar y que “sabían lo que les iba a pasar” si insistían en hacerlo. Alias Mechas se encargaría de cobrar personalmente el dinero y de “dar escarmientos”: apuñalaba llantas con cuchillos, rompía vidrios y amedrentaba con armas de fuego a quienes se resistían.
Por su parte, Luis Felipe Aranzales Posada sería quien organizaba las reuniones obligatorias donde informaban sobre los pagos, multas y cuotas atrasadas. Además, entregaba las cuentas de Nequi que usaban para recibir el dinero, muchas de ellas a nombre de familiares de los procesados. Los delincuentes incluso crearon un chat de WhatsApp llamado Guacarí, donde exigían los comprobantes de pago y lanzaban amenazas si alguien se atrasaba.

Pruebas y capturas
Gracias a interceptaciones telefónicas, seguimientos, vigilancia y análisis de las transferencias bancarias, la Fiscalía logró recolectar pruebas contundentes que confirmaron la existencia de este esquema de extorsión. Finalmente, tras varios meses de investigación, el Gaula de la Policía realizó operativos simultáneos en Pereira que permitieron capturar a los ocho presuntos miembros del grupo delincuencial el miércoles 29 de octubre donde tres personas fueron detenidas mediante allanamiento a dos inmuebles y seis en vía pública de los barrio Samaria, en Guacarí, La Isla Cuba y en el sector del Victoria; órdenes proferidas por el Juzgado Promiscuo Municipal de Balboa.
No aceptaron cargos
Ante el Juzgado Tercero Penal Municipal con Función de Control de Garantías, la Fiscalía les imputó los delitos de concierto para delinquir agravado y extorsión agravada consumada, cargos que ninguno aceptó. El juez decidió imponerles medida de aseguramiento en centro carcelario; las mujeres fueron enviadas a la cárcel La Badea de Dosquebradas, mientras los hombres fueron recluidos en prisión.
Dato
Alias Mechas es reconocido por las autoridades como integrante de la organización Cordillera, que controla el microtráfico y la extorsión en varios sectores de Cuba, Pereira

¿Qué pasó?
Las investigaciones arrancaron el 24 de febrero de 2024, luego de múltiples denuncias de conductores que afirmaron ser víctimas de cobros extorsivos. Según las víctimas, los delincuentes imponían una tarifa de $5.000 diarios por despacho desde el Victoria y $20.000 semanales para quienes trabajaban las rutas de Guacarí y Samaria. Quienes no pagaban eran agredidos: les rompían los parabrisas, les estallaban las llantas, les robaban el dinero, los celulares o incluso les retenían los vehículos hasta que se pusieran al día.
Los presuntos responsables fueron identificados como Juan David Usma Marín, alias Panda; Jhon Everson Jaramillo Acevedo, alias Mechas; Luis Felipe Aranzales Posada, alias Pipe; Carlos Andrés Aranzales Posada, alias el Mono; Giovanny Andrés Uribe Rodríguez, alias Totoy; Angélica Pineda Díaz; Lina Marcela Pineda Díaz; y Lady Katerin Montiel Camacho, todos señalados de pertenecer a la banda La Cordillera.

Les cayeron al Victoria
Las pesquisas revelaron que la banda se presentó ante los conductores asegurando que “venían a poner orden” en el sector. Desde entonces, controlaban quién podía o no trabajar frente al Victoria, entre las carreras 11 y 12 y las calles 16 y 18 de Pereira. Alias Panda sería el cabecilla, encargado de coordinar los cobros de la ruta Guacarí y amenazar a los conductores. Les decía que si no pagaban, no podrían volver a trabajar y que “sabían lo que les iba a pasar” si insistían en hacerlo. Alias Mechas se encargaría de cobrar personalmente el dinero y de “dar escarmientos”: apuñalaba llantas con cuchillos, rompía vidrios y amedrentaba con armas de fuego a quienes se resistían.
Por su parte, Luis Felipe Aranzales Posada sería quien organizaba las reuniones obligatorias donde informaban sobre los pagos, multas y cuotas atrasadas. Además, entregaba las cuentas de Nequi que usaban para recibir el dinero, muchas de ellas a nombre de familiares de los procesados. Los delincuentes incluso crearon un chat de WhatsApp llamado Guacarí, donde exigían los comprobantes de pago y lanzaban amenazas si alguien se atrasaba.

Pruebas y capturas
Gracias a interceptaciones telefónicas, seguimientos, vigilancia y análisis de las transferencias bancarias, la Fiscalía logró recolectar pruebas contundentes que confirmaron la existencia de este esquema de extorsión. Finalmente, tras varios meses de investigación, el Gaula de la Policía realizó operativos simultáneos en Pereira que permitieron capturar a los ocho presuntos miembros del grupo delincuencial el miércoles 29 de octubre donde tres personas fueron detenidas mediante allanamiento a dos inmuebles y seis en vía pública de los barrio Samaria, en Guacarí, La Isla Cuba y en el sector del Victoria; órdenes proferidas por el Juzgado Promiscuo Municipal de Balboa.
No aceptaron cargos
Ante el Juzgado Tercero Penal Municipal con Función de Control de Garantías, la Fiscalía les imputó los delitos de concierto para delinquir agravado y extorsión agravada consumada, cargos que ninguno aceptó. El juez decidió imponerles medida de aseguramiento en centro carcelario; las mujeres fueron enviadas a la cárcel La Badea de Dosquebradas, mientras los hombres fueron recluidos en prisión.
Dato
Alias Mechas es reconocido por las autoridades como integrante de la organización Cordillera, que controla el microtráfico y la extorsión en varios sectores de Cuba, Pereira
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