A Cristian Felipe Rivera Cubillos, conocido como el Diablo, de 30 años, no le quedó más remedio que aceptar ante un juez que asesinó a su co...
A Cristian Felipe Rivera Cubillos, conocido como el Diablo, de 30 años, no le quedó más remedio que aceptar ante un juez que asesinó a su compañera sentimental, Neydi Juliana Londoño Maya cegado por los celos y la rabia, al parecer porque la joven ya no lo quería como antes y estaría hablando con otra persona.

Aunque intentó reducir su condena mediante un preacuerdo con la Fiscalía, el crimen fue tan atroz que el juez no le dio tregua y lo sentenció a 33 años de prisión, una larga temporada tras las rejas por acabar con la vida de la mujer que decía amar.
La condena
En la mañana de ayer, Cristian se notaba impaciente, como que no se hallaba, mientras asistía de forma virtual a la audiencia ante el Juzgado Primero Penal del Circuito de Dosquebradas, donde fue sentenciado a 377 meses de prisión (más de 31 años) por los delitos de feminicidio agravado y ocultamiento y alteración de material probatorio, pena que deberá pagar completa en la cárcel, sin derecho a domiciliaria ni rebaja de pena.
Este mismo despacho judicial avaló el preacuerdo que el hombre, a través de su abogado, firmó con la Fiscalía, aceptando su responsabilidad en el asesinato de su compañera sentimental. Sin embargo, el abogado de las víctimas apeló la decisión pidiendo que la pena partiera de la máxima, la fiscalía dijo que era la que estaba establecida en el código penal. Será el Tribunal Superior de Justicia de Pereira quien confirmé o modifique la pena.
¿Qué pasó?
Los hechos ocurrieron el sábado 5 de julio de 2025, en el barrio Divino Niño del municipio de Dosquebradas. La pareja llevaba cerca de 10 meses conviviendo en la vivienda ubicada en la carrera 73b con calle 18 de dicho barrio. El viernes 4 de julio Londoño Maya se acostó a dormir, momento que aprovechó Cristian para revisar el celular de la mujer, convencido de que ella le era infiel. Cegado por la ira, el hombre fue hasta la cocina, tomó un cuchillo y lo escondió junto a la cama mientras Neydi dormía. A las 5:30 de la mañana sonó la alarma. Ella se levantó y entró al baño para ducharse. Cristian le preguntó si podían bañarse juntos, como solían hacerlo, pero la respuesta de ella fue “qué pereza” y le dijo que era un muerto de hambre”, de inmediato Cristian Felipe le propinó la primera puñalada en un ojo, Neidy Juliana cayó al suelo y aprovechando esta situación el hoy condenado la apuñaló 3 veces en la espalda y le propinó una última herida en el cuello.
Al notar que la mujer ya estaba muerta, Cristian Felipe intentó meterla en una maleta de color morada, pero al cerrarla se percató de que no cerraba, así que la sacó de allí y cogió el colchón de la cama, dobló el cuerpo de la mujer y lo envolvió en éste, para luego amarrarlo con una venda y un laso.

Lo botó
En horas de la noche del sábado salió en busca de un motocarro al sector de La Mariana, donde encontró a un conductor, a quien le dijo que necesitaba botar algunos elementos que le sobraban en la casa. Sin sospechar, el hombre le prestó el servicio por 35.000 mil pesos.
El sábado a las 7:30 de la noche llegó el ciudadano en el motocarro y Cristian subió la maleta morada manchada de sangre y el colchón donde estaba envuelta la mujer; tomaron la vía hacia Boquerón y llegando al primer Eco hotel, le pidió al conductor del motocarro que se ubicara cerca de un muro de cemento, desde allí lanzó al abismo el el colchón con Neidy Juliana y la maleta.
Confesó el crimen
Durante el interrogatorio, Cristian pidió ser escuchado porque, según él, quería desahogarse. El 8 de julio a las 4:00 de la tarde, Cristian Felipe se presentó voluntariamente a la estación de Policía de Dosquebradas, presionado por su padre quiense enteró de lo que había hecho y el 9 de julio fue judicializado y enviado a prisión.
Dictamen de la muerte
Según el dictamen de Medicina Legal, la víctima murió por estrangulamiento, en un hecho catalogado como muerte violenta por homicidio con sevicia, ya que el agresor habría usado una fuerza desmedida y brutal, ejerciendo violencia incluso después de causar la muerte, con un intento evidente de mutilación o desmembramiento.
Dato
Cristian es natural de Dosquebradas y tiene una anotación por el delito de tráfico de estupefacientes.
COMENTARIOS