En la vereda La Gramínea, de Pereira, fue encontrado muerto José Adolfo Vanegas Ospina, de 38 años, quien estaba a las afueras de su viviend...
En la vereda La Gramínea, de Pereira, fue encontrado muerto José Adolfo Vanegas Ospina, de 38 años, quien estaba a las afueras de su vivienda, en avanzado estado de descomposición.
¿Qué pasó?
El hallazgo se conoció hacia las 3:00 de la tarde del sábado 18 de octubre, en la finca Bella Vista, donde José Adolfo vivía solo. Según contaron sus familiares, su hermano decidió visitarlo luego de varios días sin tener noticias suyas. Al llegar al lugar, el hombre se encontró con una escena impactante: su hermano yacía afuera de la vivienda, sin signos de vida y con un fuerte olor a descomposición que se percibía desde varios metros.
Vecinos del sector manifestaron que hacía días no veían a José Adolfo y que nadie sospechó lo peor hasta que su hermano llegó a buscarlo.
De acuerdo con la información entregada por allegados a las autoridades policiales, José Adolfo sufría de esquizofrenia y era consumidor habitual de basuco y marihuana. Hace unas semanas había estado internado en el centro de rehabilitación mental Homeris, pero su familia decidió traerlo de regreso a la finca para que viviera allí solo y estuviera más tranquilo.
La inspección
El grupo de criminalística del CTI de la Fiscalía realizó la inspección técnica al cuerpo y al lugar de los hechos, evidenciando que no presentaba signos de violencia ni lesiones visibles. El cadáver fue trasladado a Medicina Legal de Pereira, donde los médicos forenses determinarán las causas exactas de su muerte.
¿Qué pasó?
El hallazgo se conoció hacia las 3:00 de la tarde del sábado 18 de octubre, en la finca Bella Vista, donde José Adolfo vivía solo. Según contaron sus familiares, su hermano decidió visitarlo luego de varios días sin tener noticias suyas. Al llegar al lugar, el hombre se encontró con una escena impactante: su hermano yacía afuera de la vivienda, sin signos de vida y con un fuerte olor a descomposición que se percibía desde varios metros.
Vecinos del sector manifestaron que hacía días no veían a José Adolfo y que nadie sospechó lo peor hasta que su hermano llegó a buscarlo.
De acuerdo con la información entregada por allegados a las autoridades policiales, José Adolfo sufría de esquizofrenia y era consumidor habitual de basuco y marihuana. Hace unas semanas había estado internado en el centro de rehabilitación mental Homeris, pero su familia decidió traerlo de regreso a la finca para que viviera allí solo y estuviera más tranquilo.
La inspección
El grupo de criminalística del CTI de la Fiscalía realizó la inspección técnica al cuerpo y al lugar de los hechos, evidenciando que no presentaba signos de violencia ni lesiones visibles. El cadáver fue trasladado a Medicina Legal de Pereira, donde los médicos forenses determinarán las causas exactas de su muerte.

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