Ni la hora ni el lugar importaron. Ya los sicarios matan donde sea y cuando sea, y esta vez lo hicieron a plena luz del día, dentro de un re...
Ni la hora ni el lugar importaron. Ya los sicarios matan donde sea y cuando sea, y esta vez lo hicieron a plena luz del día, dentro de un restaurante y frente a decenas de personas que no entendían qué pasaba. Mientras las autoridades siguen hablando de operativos y planes de seguridad, la realidad muestra que los delincuentes no le tienen miedo ni a la policía ni a las cámaras de seguridad.

¿Qué pasó?
El hecho de sangre se registró a eso de las 3:10 de la tarde del sábado 18 de octubre, cuando Luis Quiruín Vallejo Torres, de 23 años, conocido entre sus amigos como Pilo, fue asesinado dentro del KFC del centro comercial Plaza del Sol, en pleno corazón de Dosquebradas.
El joven había salido de su trabajo en una fábrica de confecciones en el barrio La Pradera, se subió a su motocicleta y fue al restaurante para almorzar con su madre, Luz Daneris. Luis llegó, parqueo el vehículo afuera del local, entró, se sentó con ella, pidió su comida y en cuestión de minutos, su vida terminó. Al parecer, los asesinos lo venían siguiendo. Un hombre y una mujer ingresaron al establecimiento con una pistola nueve milímetros y, sin mediar palabra, le dispararon en varias oportunidades, delante de todos los presentes.
El joven cayó de inmediato, con la cabeza recostada sobre la mesa donde segundos antes comía con su mamá. El caos fue total: gritos, llanto, gente corriendo por todos lados, mientras otros clientes del centro comercial se resguardaban al escuchar los tiros.
El pánico
Testigos contaron que se escuchó una verdadera balacera y que, al parecer, el personal de seguridad del centro comercial reaccionó. “Eso fue horrible, se escucharon muchos disparos”, dijo una persona que estaba en el lugar. Otros testigos afirmaron que el agresor salió corriendo y le entregó el arma a una mujer, quien también disparó contra los auxiliares de Policía que estaban cerca y huyeron en la motocicleta del sitio.
Las patrullas de la Policía Metropolitana llegaron minutos después, pero ya no había nada qué hacer. Luis murió de manera instantánea. La escena fue acordonada mientras llegaban las unidades del CTI de la Fiscalía. Al lugar también arribaron el comandante de la Policía Metropolitana, el jefe de la Sijín y otros oficiales para conocer los detalles del crimen.
La inspección
El grupo de criminalística del CTI realizó la inspección técnica del cuerpo y del sitio. Luis presentaba cuatro impactos de bala: uno en la cabeza, otro en el cuello, uno más en el hombro izquierdo y otro en la espalda. El cuerpo fue trasladado a Medicina Legal para la respectiva necropsia, mientras las autoridades avanzan en la investigación para dar con los responsables.
Su vida
Luis Quiruín era natural de Dosquebradas, pero vivía en el barrio Remanso Guayabal, en la comuna Villasantana de Pereira. Trabajaba en una fábrica de confecciones, era un joven sencillo, responsable y trabajador, que no tenía antecedentes judiciales ni problemas conocidos. Sus allegados aseguran que nunca recibió amenazas y que era un pelado de bien que solo se dedicaba a trabajar y ayudar a su familia
cifras
78 homicidios se han registrado en el municipio de Dosquebradas en lo que va del 2025.

¿Qué pasó?
El hecho de sangre se registró a eso de las 3:10 de la tarde del sábado 18 de octubre, cuando Luis Quiruín Vallejo Torres, de 23 años, conocido entre sus amigos como Pilo, fue asesinado dentro del KFC del centro comercial Plaza del Sol, en pleno corazón de Dosquebradas.
El joven había salido de su trabajo en una fábrica de confecciones en el barrio La Pradera, se subió a su motocicleta y fue al restaurante para almorzar con su madre, Luz Daneris. Luis llegó, parqueo el vehículo afuera del local, entró, se sentó con ella, pidió su comida y en cuestión de minutos, su vida terminó. Al parecer, los asesinos lo venían siguiendo. Un hombre y una mujer ingresaron al establecimiento con una pistola nueve milímetros y, sin mediar palabra, le dispararon en varias oportunidades, delante de todos los presentes.
El joven cayó de inmediato, con la cabeza recostada sobre la mesa donde segundos antes comía con su mamá. El caos fue total: gritos, llanto, gente corriendo por todos lados, mientras otros clientes del centro comercial se resguardaban al escuchar los tiros.
El pánico
Testigos contaron que se escuchó una verdadera balacera y que, al parecer, el personal de seguridad del centro comercial reaccionó. “Eso fue horrible, se escucharon muchos disparos”, dijo una persona que estaba en el lugar. Otros testigos afirmaron que el agresor salió corriendo y le entregó el arma a una mujer, quien también disparó contra los auxiliares de Policía que estaban cerca y huyeron en la motocicleta del sitio.
Las patrullas de la Policía Metropolitana llegaron minutos después, pero ya no había nada qué hacer. Luis murió de manera instantánea. La escena fue acordonada mientras llegaban las unidades del CTI de la Fiscalía. Al lugar también arribaron el comandante de la Policía Metropolitana, el jefe de la Sijín y otros oficiales para conocer los detalles del crimen.
La inspección
El grupo de criminalística del CTI realizó la inspección técnica del cuerpo y del sitio. Luis presentaba cuatro impactos de bala: uno en la cabeza, otro en el cuello, uno más en el hombro izquierdo y otro en la espalda. El cuerpo fue trasladado a Medicina Legal para la respectiva necropsia, mientras las autoridades avanzan en la investigación para dar con los responsables.
Su vida
Luis Quiruín era natural de Dosquebradas, pero vivía en el barrio Remanso Guayabal, en la comuna Villasantana de Pereira. Trabajaba en una fábrica de confecciones, era un joven sencillo, responsable y trabajador, que no tenía antecedentes judiciales ni problemas conocidos. Sus allegados aseguran que nunca recibió amenazas y que era un pelado de bien que solo se dedicaba a trabajar y ayudar a su familia
cifras
78 homicidios se han registrado en el municipio de Dosquebradas en lo que va del 2025.
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