La mujer asegura que no fue intención, que se llenó de pánico, que retrocedió a mirar, pero que al final arrancó y se fue. La víctima, emple...
La mujer asegura que no fue intención, que se llenó de pánico, que retrocedió a mirar, pero que al final arrancó y se fue. La víctima, empleado de Atesa, terminó con una herida en la cabeza.
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¿Qué pasó?
En plena madrugada del miércoles 24 de septiembre, la calle 22 entre carrera séptima y octava de Pereira se convirtió en un desastre. Un trabajador de Atesa de Occidente, que cumplía con su labor de limpieza, terminó con una herida en la cabeza y golpes en la espalda luego de ser embestido por un carro.
Dato
El afectado fue trasladado a la Clínica Noé, donde, según se conoció, le dieron salida, aunque continúa en valoraciones.
Un día después, la conductora buscó al abogado Víctor Ruiz para que la representara. Él relató que la mujer se presentó en el CAI de San Nicolás, pero los policías le dijeron que como no había denuncia, no podían hacer nada. En la Fiscalía pasó lo mismo: el agente de tránsito explicó que no existía croquis, reporte oficial ni requerimiento para inmovilizar el carro.
Ruiz también la acompañó a la empresa Atesa para preguntar por el trabajador. El doctor Carlos Andrés Castrillón informó que el hombre tenía trauma craneal y estaba pendiente de exámenes neurológicos. La esposa del lesionado, contactada por teléfono, prefirió no dialogar y remitió todo al equipo jurídico de la empresa.
El defensor recalcó que su clienta tiene póliza, SOAT y el carro a disposición. Incluso ofreció activar los seguros, pero la empresa respondió que no hacía falta porque lo cubría la ARL, al tratarse de un accidente laboral.
¿Por qué pasó?
El accidente ocurrió hacia la 1 de la mañana, cuando la mujer y una acompañante iban por el centro de Pereira. Según ellas, dos hombres caminaban cerca y se sintieron intimidadas. La copiloto gritó “¡Vamos, vamos, que están ahí!” y la conductora aceleró.
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¿Qué pasó?
En plena madrugada del miércoles 24 de septiembre, la calle 22 entre carrera séptima y octava de Pereira se convirtió en un desastre. Un trabajador de Atesa de Occidente, que cumplía con su labor de limpieza, terminó con una herida en la cabeza y golpes en la espalda luego de ser embestido por un carro.
Dato
El afectado fue trasladado a la Clínica Noé, donde, según se conoció, le dieron salida, aunque continúa en valoraciones.
Un día después, la conductora buscó al abogado Víctor Ruiz para que la representara. Él relató que la mujer se presentó en el CAI de San Nicolás, pero los policías le dijeron que como no había denuncia, no podían hacer nada. En la Fiscalía pasó lo mismo: el agente de tránsito explicó que no existía croquis, reporte oficial ni requerimiento para inmovilizar el carro.
Ruiz también la acompañó a la empresa Atesa para preguntar por el trabajador. El doctor Carlos Andrés Castrillón informó que el hombre tenía trauma craneal y estaba pendiente de exámenes neurológicos. La esposa del lesionado, contactada por teléfono, prefirió no dialogar y remitió todo al equipo jurídico de la empresa.
El defensor recalcó que su clienta tiene póliza, SOAT y el carro a disposición. Incluso ofreció activar los seguros, pero la empresa respondió que no hacía falta porque lo cubría la ARL, al tratarse de un accidente laboral.
¿Por qué pasó?
El accidente ocurrió hacia la 1 de la mañana, cuando la mujer y una acompañante iban por el centro de Pereira. Según ellas, dos hombres caminaban cerca y se sintieron intimidadas. La copiloto gritó “¡Vamos, vamos, que están ahí!” y la conductora aceleró.
En ese momento atropelló al trabajador. Lo más polémico quedó grabado en cámaras, tras el impacto, la mujer retrocedió el carro, abrió la puerta, miró al hombre tirado en el piso y volvió a arrancar, pues al ver a la gente acercándose se sintió aún más atemorizada.
El abogado explicó, “ella está en total disposición, reconoce el error, no está justificando el accidente, simplemente se llenó de nervios. No todos reaccionamos igual en esas circunstancias”.
El proceso
Hasta el cierre de esta edición no hay denuncia formal. Policía y Fiscalía dicen que no pueden actuar sin requerimiento. El abogado plantea la vía de la justicia restaurativa, conciliación o indemnización; si no hay acuerdo, todo quedará en manos de un juez bajo la figura de reparación integral de la víctima.
Dato
El abogado explicó, “ella está en total disposición, reconoce el error, no está justificando el accidente, simplemente se llenó de nervios. No todos reaccionamos igual en esas circunstancias”.
El proceso
Hasta el cierre de esta edición no hay denuncia formal. Policía y Fiscalía dicen que no pueden actuar sin requerimiento. El abogado plantea la vía de la justicia restaurativa, conciliación o indemnización; si no hay acuerdo, todo quedará en manos de un juez bajo la figura de reparación integral de la víctima.
Dato
Medicina Legal será quien determine la incapacidad y secuelas del hombre.
La conductora
Mientras tanto, el abogado confirmó que ayer se presentaron en otro CAI para dejar constancia de la disposición de la mujer a responder. Como las placas del carro quedaron registradas, la comunidad la señaló rápidamente y las redes sociales difundieron el video hasta volverla blanco de críticas y amenazas. A raíz de esa presión pública, ella ha buscado ayuda médica por la ansiedad que le ha generado este escándalo y, pese al miedo, insiste en que está dando la cara y que cumplirá con lo que la justicia le exija.
Obviamente nada justifica el accidente, pues en la zona había una señal de pare y el trabajador vestía chaleco reflectivo que brillaba en la oscuridad, por lo que su presencia era evidente; sin embargo, aunque el hecho es claro y el error indiscutible, el abogado insiste en que todavía cabe la posibilidad de conciliar y de buscar una solución a través de la justicia restaurativa para reparar en parte el daño ocasionado.
La conductora
Mientras tanto, el abogado confirmó que ayer se presentaron en otro CAI para dejar constancia de la disposición de la mujer a responder. Como las placas del carro quedaron registradas, la comunidad la señaló rápidamente y las redes sociales difundieron el video hasta volverla blanco de críticas y amenazas. A raíz de esa presión pública, ella ha buscado ayuda médica por la ansiedad que le ha generado este escándalo y, pese al miedo, insiste en que está dando la cara y que cumplirá con lo que la justicia le exija.
Obviamente nada justifica el accidente, pues en la zona había una señal de pare y el trabajador vestía chaleco reflectivo que brillaba en la oscuridad, por lo que su presencia era evidente; sin embargo, aunque el hecho es claro y el error indiscutible, el abogado insiste en que todavía cabe la posibilidad de conciliar y de buscar una solución a través de la justicia restaurativa para reparar en parte el daño ocasionado.
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