En menos de una semana, la Policía Metropolitana de Pereira ha dejado al descubierto el engranaje de quienes surten la materia prima del tus...
En menos de una semana, la Policía Metropolitana de Pereira ha dejado al descubierto el engranaje de quienes surten la materia prima del tusi. Cajas, encomiendas y hasta pasajeros han sido el blanco de los operativos que dejaron a varios con las manos vacías y los planes por el piso.

Aeropuerto Internacional Matecaña
El viernes 8 de agosto, en plena inspección a correos nacionales, la Dirección de Antinarcóticos se topó con una caja que parecía inofensiva. Adentro, 13 frascos de ketamina, escondidos como si fueran botellas de licor. Suficiente para producir más de 1.700 dosis de tusi, valoradas en 103 millones de pesos.
Allanamiento de la Sijín
En un operativo de registro, hallaron 2 frascos de ketamina, además de 94 dosis de marihuana, un revólver calibre 38 y seis cartuchos listos para usar.
El olfato de Rubén
El sábado 9 de agosto, en la calle 19 con carrera 10, un perro policía llamado Rubén le arruinó el día a Diego Fernando Bernal Urrutia, de 29 años, natural de Ipiales. Cargaba tres cajas con 60 frascos de ketamina, equivalentes a seis litros, tasados en 24 millones de pesos.
Coordinadora y la canina Lorna
El lunes, en la carrera 14 #83-17, la canina Lorna señaló una caja de cartón envuelta en plástico transparente. Dentro, 24 frascos de ketamina marca Halatal KT listos para caer en el mercado negro. Todo quedó a disposición de la Fiscalía.
Recorderis de El Manzano
Yhoan Sebastián Vargas Castañeda de 37 años terminó tras las rejas con 107 frascos de ketamina. Ya lo habíamos contado, pero entra en la suma total.
El balance
Entre aeropuertos, calles y empresas de mensajería, la cuenta ya está en 206 frascos de ketamina, es decir 206 mililitros, valorados en doscientos veintidós millones cuatrocientos mil pesos. La policía metió freno a quienes iban a transformarlos en tusi, droga que se mueve en discotecas, bares y fiestas privadas. Las operaciones dejaron tres capturas y un golpe al bolsillo de los que viven de envenenar.
Lo que hace el tusi
El tusi no es color de rosa, es veneno. Ataca el cerebro, altera la mente, causa psicosis, convulsiones, pérdida de memoria y puede matar en segundos. Una dosis basta para enganchar a cualquiera y su uso deja secuelas que no se borran jamás. Lo decomisado alcanzaba para inundar la ciudad, pero terminó bajo llave y con sello policial.

Aeropuerto Internacional Matecaña
El viernes 8 de agosto, en plena inspección a correos nacionales, la Dirección de Antinarcóticos se topó con una caja que parecía inofensiva. Adentro, 13 frascos de ketamina, escondidos como si fueran botellas de licor. Suficiente para producir más de 1.700 dosis de tusi, valoradas en 103 millones de pesos.
Allanamiento de la Sijín
En un operativo de registro, hallaron 2 frascos de ketamina, además de 94 dosis de marihuana, un revólver calibre 38 y seis cartuchos listos para usar.
El olfato de Rubén
El sábado 9 de agosto, en la calle 19 con carrera 10, un perro policía llamado Rubén le arruinó el día a Diego Fernando Bernal Urrutia, de 29 años, natural de Ipiales. Cargaba tres cajas con 60 frascos de ketamina, equivalentes a seis litros, tasados en 24 millones de pesos.
Coordinadora y la canina Lorna
El lunes, en la carrera 14 #83-17, la canina Lorna señaló una caja de cartón envuelta en plástico transparente. Dentro, 24 frascos de ketamina marca Halatal KT listos para caer en el mercado negro. Todo quedó a disposición de la Fiscalía.
Recorderis de El Manzano
Yhoan Sebastián Vargas Castañeda de 37 años terminó tras las rejas con 107 frascos de ketamina. Ya lo habíamos contado, pero entra en la suma total.
El balance
Entre aeropuertos, calles y empresas de mensajería, la cuenta ya está en 206 frascos de ketamina, es decir 206 mililitros, valorados en doscientos veintidós millones cuatrocientos mil pesos. La policía metió freno a quienes iban a transformarlos en tusi, droga que se mueve en discotecas, bares y fiestas privadas. Las operaciones dejaron tres capturas y un golpe al bolsillo de los que viven de envenenar.
Lo que hace el tusi
El tusi no es color de rosa, es veneno. Ataca el cerebro, altera la mente, causa psicosis, convulsiones, pérdida de memoria y puede matar en segundos. Una dosis basta para enganchar a cualquiera y su uso deja secuelas que no se borran jamás. Lo decomisado alcanzaba para inundar la ciudad, pero terminó bajo llave y con sello policial.
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