Después de cinco días en coma, Valeshka Dumont, la bebé de apenas un añito, levantó su tierna mirada y miró fijamente a sus papás. Ese peque...
Después de cinco días en coma, Valeshka Dumont, la bebé de apenas un añito, levantó su tierna mirada y miró fijamente a sus papás. Ese pequeño gesto fue un grito de Fe para sus seres queridos que no han dejado de orar ni un solo segundo.
El milagro que todos esperaban
El mundo de la bebé son sus juguetes, los abrazos de mamá y las sonrisas de papá. Pero la vida le jugó una de las pruebas más duras en la noche más especial, su primer cumpleaños. Hoy, después de días de angustia, su recuperación es una bendición que llena de ilusión no solo a su familia, sino a toda La Virginia.
El viernes primero de agosto, en la madrugada, Valeshka abrió los ojitos. Tras cinco días de estar en coma, por fin les sostuvo la mirada a sus padres. No fue necesario que dijera nada, ese gesto bastó para saber que sigue luchando, que quiere vivir.
Desde entonces, su evolución ha sido asombrosa. Ya no está en cuidados intensivos, está despierta, atenta, con un semblante que refleja su fuerza interior. Las balas que quedaron en su pequeña cabecita fueron extraídas en una cirugía, y aunque los médicos no descartan posibles secuelas, hoy lo importante es la valentía con la que esta niña se ha aferrado a la vida.
Las palabras del papá
Alixon Dumont, su papá, le contó a Q’hubo que cada día es una batalla ganada. “La evolución de mi hija ha sido increíble. Al principio las plaquetas estaban bajitas, pero ahora ya están estables. Ella nos mira, y eso nos da fuerzas para seguir creyendo en que va a salir de esto”, expresó.
La familia no pide otra cosa que oración. Cada avance es motivo de agradecimiento a Dios, y cada respiración de Valeshka es motivo para seguir luchando.
El deber de la justicia
Fuera de esas paredes, la política y la justicia tienen una deuda enorme. Este no es solo un caso más de violencia. Aquí hay una bebé que fue herida en medio de un tiroteo, y alguien debe responder por eso. No basta con indignarse, se necesita actuar. La investigación debe ir hasta las últimas consecuencias, para que la familia Dumont no solo reciba milagros de Dios, sino también justicia de parte del Estado.
¿Qué pasó aquella noche?
El domingo 27 de julio, en La Virginia, la familia Dumont celebraba el primer añito y bautizo de Valeshka. La alegría fue interrumpida cuando sicarios llegaron a matar a Rubén Darío Osorio Álvarez, un joven de 20 años que se encontraba cerca de la celebración. Las balas perdidas no perdonaron, y dos de ellas fueron a parar donde estaba la bebé.
Todos por Valeshka
La familia Dumont pide a la comunidad de La Virginia, a Pereira y a todo aquel que lea esta historia, que se unan en oración. Cada plegaria, cada pensamiento positivo, es un abrazo espiritual que le da fuerzas a Valeshka para seguir ganando esta batalla. “Ella está respondiendo, pero la oración no puede parar”, dice su familia.
El domingo 27 de julio, en La Virginia, la familia Dumont celebraba el primer añito y bautizo de Valeshka. La alegría fue interrumpida cuando sicarios llegaron a matar a Rubén Darío Osorio Álvarez, un joven de 20 años que se encontraba cerca de la celebración. Las balas perdidas no perdonaron, y dos de ellas fueron a parar donde estaba la bebé.
Todos por Valeshka
La familia Dumont pide a la comunidad de La Virginia, a Pereira y a todo aquel que lea esta historia, que se unan en oración. Cada plegaria, cada pensamiento positivo, es un abrazo espiritual que le da fuerzas a Valeshka para seguir ganando esta batalla. “Ella está respondiendo, pero la oración no puede parar”, dice su familia.

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