Tras la muerte de Ricardo Cardona Morales, ayer se cumplió lo que estaba previsto, la audiencia de formulación de cargos contra el señalado ...
Tras la muerte de Ricardo Cardona Morales, ayer se cumplió lo que estaba previsto, la audiencia de formulación de cargos contra el señalado responsable, un joven de apenas 19 años que no tuvo reparo en apagarle la vida a un padre ejemplar. Con un cuchillo en la mano y sangre en la ropa, lo pilló la policía.
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La audiencia
La Fiscalía le imputó homicidio agravado y hurto calificado tentado, delitos que lo pueden dejar entre 400 y 600 meses de cárcel, lo que equivale a 30 y 50 años. La juez, tras escuchar a todas las partes, le dio medida de aseguramiento intramural, es decir, lo mandó derechito a la cárcel mientras avanza el proceso que lo puede condenar por décadas.
El capturado
El presunto homicida fue identificado como Santiago Echeverry Martínez, natural de Pereira, residente en el barrio Galicia de Cerritos. En la audiencia no se anduvo con rodeos, aceptó los cargos y hasta se atrevió a decir que solo él y la víctima saben lo que pasó esa noche, 'yo sí lo maté dijo'.
Los últimos minutos de Ricardo
Su esposa relató que a las 6:00 p. m. él ya iba por el Parque Industrial. A las 7:30 avisó que estaba entrando a Santa Rosa, y a las 8:30 contestó su celular diciendo que tenía un problema, el pasajero no quería pagarle la carrera. Ese fue el último contacto que tuvo con su familia.
Al ver que él no llegaba a la casa, ya que tenían previsto salir a comprar unos medicamentos, ella llamó a sus cuñadas, juntas salieron a buscarlo en las afueras de Santa Rosa y luego a Dosquebradas, al regresar se enteraron de lo que había pasado y al llegar una de las hermanas lo reconoció.
Recorderis
El martes en la noche Ricardo terminó su turno como analista en Coopidrogas y, confiado, aceptó llevar un servicio en su Spark negro. Lo que nunca pensó es que el supuesto pasajero resultaría verdugo. A la altura de la calle 7 de Santa Rosa, el sujeto intentó robarle el carro. Ricardo peleó, pero dos cuchilladas en el cuello fueron mortales, se desangró ahí mismo en el pavimento, mientras los policías que llegaron le tomaban el pulso y pedían una ambulancia que ya nada pudo hacer.
El asesino, con las manos todavía llenas de sangre, arrancó en el carro robado contravía por la calle novena, chocando con otros vehículos y casi arrollando a una mujer. Pero el plan candado de la Policía le cerró el paso, lo atraparon minutos después en flagrancia.
Los últimos minutos de Ricardo
Su esposa relató que a las 6:00 p. m. él ya iba por el Parque Industrial. A las 7:30 avisó que estaba entrando a Santa Rosa, y a las 8:30 contestó su celular diciendo que tenía un problema: el pasajero no quería pagarle la carrera. Ese fue el último contacto que tuvo con su familia.
El arma del crimen
Un cuchillo fue suficiente, dos heridas certeras acabaron con la vida de un hombre trabajador.
La víctima
Ricardo Cardona Morales trabajó más de 20 años en Coopidrogas, se había graduado de ingeniero industrial el año pasado, y era reconocido en La Hermosa como buen vecino, esposo dedicado y papá ejemplar.
La Fiscalía le imputó homicidio agravado y hurto calificado tentado, delitos que lo pueden dejar entre 400 y 600 meses de cárcel, lo que equivale a 30 y 50 años. La juez, tras escuchar a todas las partes, le dio medida de aseguramiento intramural, es decir, lo mandó derechito a la cárcel mientras avanza el proceso que lo puede condenar por décadas.
El capturado
El presunto homicida fue identificado como Santiago Echeverry Martínez, natural de Pereira, residente en el barrio Galicia de Cerritos. En la audiencia no se anduvo con rodeos, aceptó los cargos y hasta se atrevió a decir que solo él y la víctima saben lo que pasó esa noche, 'yo sí lo maté dijo'.
Los últimos minutos de Ricardo
Su esposa relató que a las 6:00 p. m. él ya iba por el Parque Industrial. A las 7:30 avisó que estaba entrando a Santa Rosa, y a las 8:30 contestó su celular diciendo que tenía un problema, el pasajero no quería pagarle la carrera. Ese fue el último contacto que tuvo con su familia.
Al ver que él no llegaba a la casa, ya que tenían previsto salir a comprar unos medicamentos, ella llamó a sus cuñadas, juntas salieron a buscarlo en las afueras de Santa Rosa y luego a Dosquebradas, al regresar se enteraron de lo que había pasado y al llegar una de las hermanas lo reconoció.
Recorderis
El martes en la noche Ricardo terminó su turno como analista en Coopidrogas y, confiado, aceptó llevar un servicio en su Spark negro. Lo que nunca pensó es que el supuesto pasajero resultaría verdugo. A la altura de la calle 7 de Santa Rosa, el sujeto intentó robarle el carro. Ricardo peleó, pero dos cuchilladas en el cuello fueron mortales, se desangró ahí mismo en el pavimento, mientras los policías que llegaron le tomaban el pulso y pedían una ambulancia que ya nada pudo hacer.
El asesino, con las manos todavía llenas de sangre, arrancó en el carro robado contravía por la calle novena, chocando con otros vehículos y casi arrollando a una mujer. Pero el plan candado de la Policía le cerró el paso, lo atraparon minutos después en flagrancia.
Los últimos minutos de Ricardo
Su esposa relató que a las 6:00 p. m. él ya iba por el Parque Industrial. A las 7:30 avisó que estaba entrando a Santa Rosa, y a las 8:30 contestó su celular diciendo que tenía un problema: el pasajero no quería pagarle la carrera. Ese fue el último contacto que tuvo con su familia.
El arma del crimen
Un cuchillo fue suficiente, dos heridas certeras acabaron con la vida de un hombre trabajador.
La víctima
Ricardo Cardona Morales trabajó más de 20 años en Coopidrogas, se había graduado de ingeniero industrial el año pasado, y era reconocido en La Hermosa como buen vecino, esposo dedicado y papá ejemplar.
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