A esa hora en la que apenas empieza a aclarar el cielo, un joven se montó en su moto sin imaginar que el camino que tomaba lo llevaría direc...
A esa hora en la que apenas empieza a aclarar el cielo, un joven se montó en su moto sin imaginar que el camino que tomaba lo llevaría directo a la muerte. Entre la pista mojada, la velocidad y un descuido fatal, terminó tendido en el pavimento. El golpe fue tan violento que ni la vida quiso esperar la ambulancia.
¿Qué pasó?
A las 5:00 de la mañana, Andrés Felipe Herrera Ruiz, se desplazaba por la avenida 30 de Agosto, a bordo de su motocicleta Pulsar NS 160 TD color negra. Todo indica que al pasar por el sector de El Viajero, la moto tocó el separador de la vía, lo que hizo que perdiera el control y terminara estrellándose contra el suelo. La carretera estaba húmeda por la lluvia que había caído durante la madrugada en el área metropolitana, lo que hizo aún más traicionero el camino.
No se sabe si iba camino a casa, si salía del trabajo o venía de compartir con algún amigo. Lo único claro es que ese amanecer no volvió a ver la luz del día. Cuando llegaron los agentes de tránsito, no había nada que hacer, el cuerpo yacía inmóvil sobre el asfalto.
El joven que no volverá
Andrés Felipe, era un muchacho trabajador y muy conocido en su vereda, La María, en el municipio de Santa Rosa de Cabal. Todos los días se levantaba temprano para cumplir con su jornada como cajero en el restaurante Chino Lido Exprés, ubicado en el sector La Condina, zona de Batará. Amaba las motos, y la Pulsar negra que conducía era suya, su compañera de andanzas y trabajo. A pesar de su juventud, ya tenía responsabilidades que enfrentaba con seriedad. Hoy, su silla de trabajo está vacía, su familia destrozada y sus amigos aún no logran creer que el joven alegre y buena gente ya no volverá.
Parte oficial
Las autoridades de tránsito señalaron que la causa probable del siniestro fue la pérdida de control por parte del conductor al tocar el separador. A esto se sumaron las condiciones peligrosas de la vía por la lluvia constante durante esa madrugada, lo que habría facilitado el accidente.
Una carretera peligrosa
La avenida 30 de Agosto, aunque es una de las principales de Pereira, ya ha sido testigo de varias tragedias.
Las autoridades de tránsito y transporte allí mismo hicieron la inspección técnica del cadáver y del lugar, y luego su cuerpo fue llevado al Instituto de Medicina Legal, donde le practicaron la necropsia de ley, para que su familia pudiera darle cristiana sepultura.
¿Qué pasó?
A las 5:00 de la mañana, Andrés Felipe Herrera Ruiz, se desplazaba por la avenida 30 de Agosto, a bordo de su motocicleta Pulsar NS 160 TD color negra. Todo indica que al pasar por el sector de El Viajero, la moto tocó el separador de la vía, lo que hizo que perdiera el control y terminara estrellándose contra el suelo. La carretera estaba húmeda por la lluvia que había caído durante la madrugada en el área metropolitana, lo que hizo aún más traicionero el camino.
No se sabe si iba camino a casa, si salía del trabajo o venía de compartir con algún amigo. Lo único claro es que ese amanecer no volvió a ver la luz del día. Cuando llegaron los agentes de tránsito, no había nada que hacer, el cuerpo yacía inmóvil sobre el asfalto.
El joven que no volverá
Andrés Felipe, era un muchacho trabajador y muy conocido en su vereda, La María, en el municipio de Santa Rosa de Cabal. Todos los días se levantaba temprano para cumplir con su jornada como cajero en el restaurante Chino Lido Exprés, ubicado en el sector La Condina, zona de Batará. Amaba las motos, y la Pulsar negra que conducía era suya, su compañera de andanzas y trabajo. A pesar de su juventud, ya tenía responsabilidades que enfrentaba con seriedad. Hoy, su silla de trabajo está vacía, su familia destrozada y sus amigos aún no logran creer que el joven alegre y buena gente ya no volverá.
Parte oficial
Las autoridades de tránsito señalaron que la causa probable del siniestro fue la pérdida de control por parte del conductor al tocar el separador. A esto se sumaron las condiciones peligrosas de la vía por la lluvia constante durante esa madrugada, lo que habría facilitado el accidente.
Una carretera peligrosa
La avenida 30 de Agosto, aunque es una de las principales de Pereira, ya ha sido testigo de varias tragedias.
Las autoridades de tránsito y transporte allí mismo hicieron la inspección técnica del cadáver y del lugar, y luego su cuerpo fue llevado al Instituto de Medicina Legal, donde le practicaron la necropsia de ley, para que su familia pudiera darle cristiana sepultura.
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