Otro agosto en La Virginia, se vive la nostalgia, se emula al maestro, los vientos traen cosas nuevas para el municipio, entre ellas una man...
Otro agosto en La Virginia, se vive la nostalgia, se emula al maestro, los vientos traen cosas nuevas para el municipio, entre ellas una manita a la estatua del virginiano por adopción más importante de todos los tiempos.
Luis Ángel Ramírez, recién había alcanzado 97 años de vida, cuando la muerte lo separó de su familia y seguidores que esperan cada agosto, para rendirle homenaje cantando a pecho herido uno de los cientos de ritmos arrabaleros con que El Caballero Gaucho, como lo conoció el pueblo, los enamoró, les ayudó a pasar el trago amargo del desamor o los llevó a lo más remoto de sus historias personales.
Ante tal paisaje, un artista plástico de la tierra pidió los permisos correspondientes para recuperarla. Se trata de Jaiber Pérez, quien se ha dedicado al arte por al menos 35 años, se encargó de rizar el cabello del monumento, como se aprecia en las fotos lo tenía el cantante en su juventud. Pérez se hizo artista de manera autodidacta, tras la lectura de cientos de libros y esa pasión con disciplina lo ha llevado a tener obras en México y España.
La historia de esta intervención comenzó a principios de los años ochenta, cuando Jaiber Pérez era apenas un adolescente entusiasmado por el teatro. “El Caballero nos hizo el aporte económico para hacer todo el montaje de la obra”, pero en medio de la emoción por el estreno se olvidaron de invitar a don Luis Ángel, a verlos debutar, “todo el pueblo fue a la presentación menos él y con el sentimiento herido nos lo dijo: ‘ustedes no fueron capaces de invitarme’. Sentí mucha tristeza de ver uno hasta dónde llega y por eso lo que hago ahora es saldar la deuda de gratitud de manera simbólica y se pudo lograr el objetivo”, comenta el señor Pérez.
El artista plástico comentó que “Esta es la tercera intervención, fue una inversión propia que hice para restaurar la escultura, aparte de que hubo ayuda económica por parte de algunos concejales, el señor Daniel Taborda y la empresa de pintura Arco Iris, fue un trabajo en conjunto. También la banca sobre la que está fija le di acabado que simula madera, porque es sabido que El Caballero Gaucho era un enamorado de la madera, un ‘artesano de la vida y la música’”.
“Me parece muy bonita y ahora que la arreglaron quedó más linda todavía. Son los recuerdos que nunca se van a borrar del alma. Fue una gran persona acá en el pueblo”.
Baldomero Torres – habitante La Virginia
“Muy bonita, recientemente estaba más fea. Está en la Alcaldía ponerle más atención a las estatuas del Caballero Gaucho, así como pusieron la calle, que usted no se quiere salir de lo bonita”.
Julia Rodríguez – habitante La Virginia
“Me parece bonita, ahora último la tenían muy fea, qué pecao. No es pa tenerlo así tampoco. Ahí viene la gente y se toma fotos”.
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La escultura refiere un
Caballero Gaucho en los inicios de su carrera musical. |
Luis Ángel Ramírez, recién había alcanzado 97 años de vida, cuando la muerte lo separó de su familia y seguidores que esperan cada agosto, para rendirle homenaje cantando a pecho herido uno de los cientos de ritmos arrabaleros con que El Caballero Gaucho, como lo conoció el pueblo, los enamoró, les ayudó a pasar el trago amargo del desamor o los llevó a lo más remoto de sus historias personales.
Había que saldar la deuda
Una escultura de cuerpo entero con guitarra en mano adorna el parque principal del Puerto Dulce, hace una década fue puesta allí para que el pueblo no perdiera la memoria de quien quiso tanto a La Virginia, y que sirviera como compañía a los bohemios que cruzan por el lugar noche a noche. Pero unos desadaptados, pobres almas que no tuvieron el placer de escuchar alguna de las 2.235 canciones que don Luis Ángel grabó, optaron por romperla y rayarla, como se dice popularmente ‘la ignorancia es atrevida’.Ante tal paisaje, un artista plástico de la tierra pidió los permisos correspondientes para recuperarla. Se trata de Jaiber Pérez, quien se ha dedicado al arte por al menos 35 años, se encargó de rizar el cabello del monumento, como se aprecia en las fotos lo tenía el cantante en su juventud. Pérez se hizo artista de manera autodidacta, tras la lectura de cientos de libros y esa pasión con disciplina lo ha llevado a tener obras en México y España.
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Artista plástico Jaiber
Pérez, autor de la restauración. Deuda saldada. |
La historia de esta intervención comenzó a principios de los años ochenta, cuando Jaiber Pérez era apenas un adolescente entusiasmado por el teatro. “El Caballero nos hizo el aporte económico para hacer todo el montaje de la obra”, pero en medio de la emoción por el estreno se olvidaron de invitar a don Luis Ángel, a verlos debutar, “todo el pueblo fue a la presentación menos él y con el sentimiento herido nos lo dijo: ‘ustedes no fueron capaces de invitarme’. Sentí mucha tristeza de ver uno hasta dónde llega y por eso lo que hago ahora es saldar la deuda de gratitud de manera simbólica y se pudo lograr el objetivo”, comenta el señor Pérez.
La restauración como tal
Aparte de limpiarla y quitarle los rayones de los mal educados, el trabajo consistió en buscar la verdadera fisionomía del Caballero Gaucho, porque como explica don Jaiber: “Las personas hablaban y decían no se parece, no se parece, no es. A los ojos se les dio la luz que es en las pupilas, se trabajó la nariz, los pómulos, la barbilla y lo más emblemático su bigote. La capa de pintura final es una pátina que simula el bronce, porque la escultura está construida en fibra de vidrio”.El artista plástico comentó que “Esta es la tercera intervención, fue una inversión propia que hice para restaurar la escultura, aparte de que hubo ayuda económica por parte de algunos concejales, el señor Daniel Taborda y la empresa de pintura Arco Iris, fue un trabajo en conjunto. También la banca sobre la que está fija le di acabado que simula madera, porque es sabido que El Caballero Gaucho era un enamorado de la madera, un ‘artesano de la vida y la música’”.
La calle y la casa
La calle del Caballero Gaucho es muy conocida desde 2019, está bien mantenida, a todo lo largo hay faroles de adorno, por aquel ‘Viejo farol’ y sillas donde descansar un rato en la tarde. Casi al final de esa calle 7 con carrera 10, se encuentra la casa adquirida por don Luis Ángel a comienzos de los años 60 y en la que habitó hasta su deceso. Afuera de esta se encuentra un busto que refiere al artista ya en su madurez. El proyecto es convertir esta casa en un museo con los objetos que marcaron el recorrido artístico por décadas.
Dato
Todos los émulos de este gran cantante colombiano están llamados a que se inscriban y participen desde el 23 de agosto, en el VIII Festival de Música Popular Caballero Gaucho. Un evento convocado por la Alcaldía de La Virginia y la Gobernación de Risaralda.¿Cómo le parece que quedó la escultura?
Martha Castaño – habitante La Virginia“Me parece muy bonita y ahora que la arreglaron quedó más linda todavía. Son los recuerdos que nunca se van a borrar del alma. Fue una gran persona acá en el pueblo”.
Baldomero Torres – habitante La Virginia
“Muy bonita, recientemente estaba más fea. Está en la Alcaldía ponerle más atención a las estatuas del Caballero Gaucho, así como pusieron la calle, que usted no se quiere salir de lo bonita”.
Julia Rodríguez – habitante La Virginia
“Me parece bonita, ahora último la tenían muy fea, qué pecao. No es pa tenerlo así tampoco. Ahí viene la gente y se toma fotos”.
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