Delincuencia y drogas: así fue la infancia de Mike Tyson
Tyson, quien se consagró como campeón mundial más joven de la historia (20 años, 4 meses y 22 días), rememoró la dureza que vivió en la calle y la que lo forjó para ser una gran peleador.
"Éramos una manada de lobos. Si un desconocido entraba al vecindario, podíamos matarlo. Siempre estábamos en la esquina o escondiéndonos de la policía. Estábamos ahí hablando tonterías, fumando marihuana, apostando, bebiendo", así recordó los vicios que tenía en su juventud, Mike Tyson, el famoso exboxeador estadounidense que planea una pelea de exhibición para la gente de su barrio Brownsville.
El ambiente de vicios en el que creció, lo llevó a inclinarse por la delincuencia, tanto así que dijo estar acostumbrado a la captura de las autoridades.
"A los 12, ya había sido arrestado en 38 oportunidades. Yo era un buen carterista", reveló Tyson, quien tuvo como madre a una trabajadora sexual.
Además, ‘Iron Mike’ relató cómo se fue haciendo fuerte en las riñas de su barrio. Pronto obtuve fama de buen peleador callejero. Unos chicos traían a otros chicos, supuestos buenos peleadores de otros vecindarios, a pelear conmigo en mi cuadra.
"Éramos una manada de lobos. Si un desconocido entraba al vecindario, podíamos matarlo. Siempre estábamos en la esquina o escondiéndonos de la policía. Estábamos ahí hablando tonterías, fumando marihuana, apostando, bebiendo", así recordó los vicios que tenía en su juventud, Mike Tyson, el famoso exboxeador estadounidense que planea una pelea de exhibición para la gente de su barrio Brownsville.
El ambiente de vicios en el que creció, lo llevó a inclinarse por la delincuencia, tanto así que dijo estar acostumbrado a la captura de las autoridades.
"A los 12, ya había sido arrestado en 38 oportunidades. Yo era un buen carterista", reveló Tyson, quien tuvo como madre a una trabajadora sexual.
Además, ‘Iron Mike’ relató cómo se fue haciendo fuerte en las riñas de su barrio. Pronto obtuve fama de buen peleador callejero. Unos chicos traían a otros chicos, supuestos buenos peleadores de otros vecindarios, a pelear conmigo en mi cuadra.
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